Amalia y los fontaneros
Fecha: 20/12/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos
... la mano, vaya pollas y más con lo cachonda que yo soy. Desde luego, Sra. Amalia está buenísima, mucho mejor que con la camiseta. Vamos hazle sitio al chico, que tiene que “aprender” de todo en esta vida. Mientras Don Paco hablaba, dicho y hecho, ya tenía a los 18 años dentro de la bañera manoseándome como un desesperado. Desde luego el muchacho tenía una buena polla, unos veinte centímetros de carne joven a punto de estallar. Me arrinconó contra la pared, mientras me mordisqueaba los pezones y me metía mano en mi coño, que se estaba poniendo a tono. El otro, tampoco era manco y hacía lo que podía. Y el Sr. Paco dirigiendo la operación sentado en el bidet como si fuera su trono. Dale Antonio, morderle los pezones. Luis métele los dedos en el coño, no veis como se está poniendo, la muy puta está caliente, como una perra. Y la verdad es que Paco tenía razón, me estaban poniendo a cien, mi chocho estaba chorreando y pidiendo polla. Déjame que te la coma un poquito. Y, ni corta ni perezosa, le agarro la polla y empiezo a lamérsela desde la base hasta la punta. Hum, está riquísima… ¿te gusta, cariño? Muchisimoooo… Estaba tan salido que en dos chupadas más se fue en mi boca, llenándomela hasta chorrear por mi cara. No deje ni una gota. El otro chico, Luis, ya iba a entrar en la bañera, cuando Paco le dijo: Espera, vamos a secarla bien y a la cama con ella. Te vamos a hacer una mujer, putita te vamos a dar polla que es lo que tú quieres ya!! Empezaron a secarme entre los dos y no ...
... paraban de acariciarme, la nuca, los hombros, el culo, el chocho, los muslos. Mientras iban besándome todo el cuerpo y dándome la lengua, alternativamente. Yo no sé para qué me secaban, si después me dejaban chorreando de saliva. – Ven putita, ya está, a la cama!! Yo iba delante, de ellos, totalmente desnuda, y los muy tunos iban pellizcándome el culo y las tetas. Apenas entramos en el dormitorio, me empujaron sobre la cama y empezaron a meterme mano. Vamos, chúpamela, me decía Paco, poniéndome su verga en los labios. Que, era más grande que las otras dos… Realmente, me asustaba, pensar que tenía que metérmela, pero lo estaba deseando. Mientras tanto Luis no paraba de chuparme el chocho. Me separaba los labios y me acariciaba la pipa. Parecía más experto que Antonio. Por favor, métemela ya. Había que verme abierta de piernas, yo misma separando los labios de mi coño y esperando la polla de Luis, y la boca ocupada hasta el fondo con la polla de Paco. A todo esto, Antonio se había calentado de nuevo y se incorporaba a la fiesta. Luis me la estaba metiendo hasta el fondo, sus huevos chocaban con mi entrepierna, y no paraba de empujar. Paco le había cedido su puesto a Antonio, que me sujetaba la cabeza y me cogía la boca. Y el “jefe” pronuncio las palabras fatídicas Te vamos a dar por culo. Día un salto como si nunca me la hubieran metido por el culo jaja haciéndome la dura este turno, era cosa de Paco, el jefe. – No por favor, me vas a destrozar. – Tranquila, no es la primera ni la ...