La transformación de Laura (2) - Relatos Eróticos

La transformación de Laura (2)

No miraba a la pantalla, mis ojos estaban pendiente de Laura, se esforzaba en comerme la polla tratando de metérsela entera. Movía su lengua jugando con mi glande, quien diría que era la primera polla que se comía. Mejoraría, yo me encargaría de ello. La Zorrita que había en ella había emergido a la superficie y había tomado el control de su cuerpo. Saqué el mando a distancia y pulsé el botón de encendido. Por un momento, Laura dejó de comerme la polla, sorprendida, me miró a los ojos. El huevo que le había regalado en el encuentro anterior, era en realidad un vibrador con mando a distancia. Había sido buena, había acudido a la cita con el huevo metido en el coño como le pedí. Me sonrió, agachó la cabeza y siguió con la felación ________________ Abrí el correo y me encontré con que alguien había contestado al anuncio de la página de contactos donde buscaba una sumisa. Tras leerlo, respondí con un email "plantilla" que siempre uso para el primer contacto. Es un email directo, donde pido a la "futura sumisa" que me hable de ella y le doy una primera orden. Este primer email, trata de ser una especie de filtro, recibo varios mensajes donde al final resulta que quien lo envió es una persona totalmente diferente a quien dice ser, que ha contestado al anuncio debido a la excitación del momento, para gastar una broma, o simplemente es un pajillero que busca el morbo justo para hacerse una paja. Una vez enviado, busque el email de Javi y Carla, un matrimonio que se puso en contacto ...

... conmigo hace tiempo pidiéndome que me follase a su mujer (quizás, más adelante, os escriba el relato de cómo empezó todo). Tras mandarles un email a cada uno diciéndoles lo que quería que hiciesen esa tarde, apague el ordenador y me fui a desayunar al bar de siempre. Eran las ocho de la tarde, busque en mis bolsillos la llave del piso de Javi y Carla y entré. Me dirigí a la cocina donde estaba Javi preparando la cena. Me dijo que estaba todo dispuesto y que le acompañase al salón. Que visión, habían cumplido mis órdenes a rajatabla, la tele encendida donde se veía una película porno donde una mujer rubia era follada salvajemente. La mesa del salón estaba puesta delante de la tele y Carla estaba atada a ella, bien abierta para mí. Cada pierna atada a una de las patas de la mesa al igual que sus brazos. Llevaba puestos unos auriculares inalámbricos gracias a los cuales no era capaz de oír absolutamente nada debido al volumen de los mismos y su mirada no se apartaba de la pantalla. Me senté en el sofá, recreándome la vista y le ordené a Javi que me quitase los zapatos. Me acerqué a ella y abrí los brazos, señal de que Javi debía quitarme la ropa para follarme a su mujer. Me agache tras ella para oler el delicioso aroma de su coñito, me levanté y sin más preámbulos le clavé la polla en su ya encharcado coño. Carla se sobresaltó, pero solo un instante, llevaba una hora atada y estaba impaciente por sentir mi polla follandola. Cuando me faltaba poco para correrme, paré un instante y ...