Primer Gay cine porno
Fecha: 24/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... cumplir mi fantasía, además, había ya pospuesto mucho la ocasión. En fin, llegue al estacionamiento, entre al lugar, y pague el cover que era de 20 pesos y 15 de estacionamiento. Ingresé una de las salas, y sentí una nube de humo de cigarro, y olía a cerveza rancia, pero eso no me importo. Pude observar que en cuanto entre, muchas miradas se desviaron hacia mí, eso me puso más nervioso. Supuse que entre las personas que se encontraban ahí ya se conocían, ya que se encontraban en pequeños grupos, algunos de pie, otros sentados platicando entre ellos. Yo desvié la mirada y disimule no prestar mucha atención. Me senté en una butaca apartada de la gente y con nerviosismo comencé a ver la película porno que obviamente ya iba como a la mitad. En esos momentos no sabía como actuar, si acercarme a alguien, o sacarme la verga para que alguien se acercara, como moscas a la miel jaja, pero mi nerviosismo solo me hacía sudar y temblar las manos. Estaba pensando en echarme para atrás e irme para mi casa, pensando que todo eso era una locura, cuando de repente, comencé a sentir una sutil caricia en mi pierna, muy leve. Inmediatamente me percate, y observe que la persona (hombre) que me estaba acariciando también se dio cuenta de mi sorpresa, pues pegue un pequeño brinco y el dejo de mover su mano. Yo trata de aparentar tranquilidad y sin despegar la mirada de la pantalla, continúe viendo la película, simulando que no había sentido nada. El chico al cabo de dos minutos comenzó a acariciarme ...
... nuevamente la pierna, pero esta vez por detrás de la rodilla. Yo me sentía morir de nervios, pero me excitaba también. No sé qué pasaba por mi cabeza en esos momentos, pero perdí la razón. Yo continuaba haciéndome el sordo y continuaba viendo cómo se cogían a la pelirroja de la película, cuando sentí más insistente la caricia por toda mi pierna. En ese momento pensé “Ya estoy aquí, ¡a esto vine!” y volteé a verlo directamente a los ojos. Se trataba de un hombre robusto, un poco calvo, pero bien parecido. Podía notar la lujuria que se reflejaba en su rostro. No supe que decirle, y solo asentí con la cabeza y tomé su mano. Él no perdió el tiempo y se sentó al lado de mí. “cómo te llamas?” me dijo, a lo que le respondí “Roberto” y me pregunto cuántos años tienes? A lo que respondí inmediatamente “quiero tener sexo contigo. ” No sé por qué le dije eso luego luego, supongo que mi subconsciente me traiciono. Noté una sonrisa en su rostro, a lo que me dijo “claro guapo, ¿cómo y en donde lo quieres?” Noté que se acercaba más a mí, acariciando mi pierna, a lo que respondí inmediatamente “te veo afuera, en el estacionamiento. Busca un Tsuru rojo. ” Acto seguido, me levanté y me Salí de la sala y después del lugar, rumbo al estacionamiento, completamente nervioso y sudando frio. Al meterme al carro, sentía como me temblaban las manos, pero también, también me excitaba la idea de poder satisfacer aquella necesidad que había tenido desde los inicios de mi pubertad, que inicio acariciando ...