Mi abuelo y sultan ( 2da.parte) - Relatos Eróticos

Mi abuelo y sultan ( 2da.parte)

... nieta estaba ante sus propios ojos, mi cuerpo temblaba de excitación y deseo, comenzó a bajarme las tanguita en un descomunal acto de sensualidad absoluta, abrió el frasco tomo algo de crema con su mano temblorosa, con una mano abrió mis cachetes y con la otra comenzó a desparramar crema en mi lastimado agujero, con tan solo apoyarme sus dedos en la entrada del culo bastaron para que la humedad y mis flujos vaginales empezaran a correr y mi respiración a entre cortarse, creo que el abuelo esta poseído por la voluntad de su propia calentura ya que en un momento su dedo penetro casi hasta la mitad en mi interior, arrancándome un gemido, lo que lo hizo reaccionar y preguntarme si me dolía. como le explicaba al abuelo que mi gemido era por contener el terrible orgasmo que me estaba provocando. !! . !! No, no me duele solo, me arde un poquito. !! . !! Tiene que arder, esta muy lastimado. !! Contesto y continuo hurgando en mi interior, yo solo me entregue y comencé a mover mis caderas levemente y el abuelo se dio cuenta que su nieta estaba ardiendo de deseos, desplazo uno de sus dedos por fuera de mis labios , otra vez las cosquillas y el placer se apoderaban de mi, la mente se me puso en blanco al sentir los dedos de mi abuelo, perdiéndose en el culo y el otro jugando en mi empapada concha, comenzo un suave y delicado mete y saca en mi interior, que para mi fue demasiado y me prendi de la grama y el pasto del suelo y arqueando la espalda, deje fluir el orgasmo contenido, mis ...

... gemidos y temblores despertaron a mi abuelo de su trance, saco los dedos . y me pregunto. !! Ahora estas mejor. ?. No pude hablar, solo moví la cabeza y me afloje, quede exhausta y temblorosa, le agradecí al abuelo en forma cómplice sus favores, lo abrace y lo bese en la mejilla, nos pusimos de pie y sin darse cuenta el abuelo, tenia la verga absolutamente agarrotada, y con una picara sonrisa le dije. !! Creo que no solo sultán necesita una novia abuelo . y me largue a reír con carcajadas, le robe una sonrisa, me acomode la ropa, me termine de vestir y regresamos a casa. Los días pasaron y mis heridas curaron rápidamente, al abuelo lo vinieron a buscar para atender unos tramites en la ciudad, y se ausento por casi una semana, mi aburrimiento era descomunal, ni sultán estaba de ánimos para nada, hasta que el día viernes mis padres organizaron una visita a unos familiares en la ciudad y regresaríamos el lunes, no me gustaba para nada la idea pero era eso o quedarme sola en el campo. todo se altero cuando por la tarde llego el abuelo, tanto sultán como yo estábamos felices de verlo fuimos a recibirlo a la tranquera, entramos con todo el alboroto en la casa sacando de la modorra a mis padres, y mi hermana que se vestía de punta en blanco para ir a la ciudad, el abuelo trajo dulces y presentes para mi hermanita y mis padres, mientras yo me quede sin regalos, pero estaba decidido que yo me quedaría en el campo con el abuelo a disfrutar del fin de semana. Despedimos a mis padres en la ...