-
Tres amigis 6 (y último)
Fecha: 28/12/2018, Categorías: Gays Autor: Cuentero, Fuente: SexoSinTabues
... a las caderas. Una vez que me venía (casi siempre afuera, pues no quería que se la echara dentro), le hacía una paja, aunque generalmente al final él mismo se la agarraba y le daba al ritmo que le gustaba y no al que yo le hacía, hasta que eyaculaba. Entonces venía la etapa de arrepentimiento y de juramentos de que nunca más volvería a ese "sitio maldito", y aunque a veces estaba meses sin ir y simplemente me dejaba el libro que había leído en mi casa, y no teníamos ninguna otra actividad como no fuera conversar amigablemente. Al final la tentación (¿para leer o para otra cosa?) era mayor que su voluntad y volvía a pedirme que fuéramos a buscar otro libro, cosa que yo hacía más que rápido, no fuera a arrepentir; y de nuevo comenzaba el ciclo. En esa etapa, yo hice unos dibujos en la computadora de un diablo con un tridente y un letrero que decía AUNQUE TÚ JUEGUES TU JUEGO, AL FINAL JUGARÁS EL MÍO. Ese letrero presidió muchas de nuestras reuniones y muchísimas conversaciones en las que no había ningún tipo de actividad sexual, claro que siempre era lejos de la casona de marras. Con el tiempo, la señora murió y le devolví la llave a sus hijos y nunca más pudimos ir a penetrar en aquel "antro de perdición". Pero aunque él nunca me lo ha confesado explícitamente, estoy seguro que al igual que yo, tiene muy buenos recuerdos del tiempo que pasamos en aquella casa, y que mal que le pese, se alegra de haber continuado aquellos esporádicos encuentros a los que asistía con el el pretexto de la lectura, pero la realidad era el inconfesable deseo sexual