Violé a mi novia
Fecha: 28/12/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mi alumna Tengo 32 años y soy personal trainner a domicilio. Esta historia pasó cuando tenía 28 y estaba de novio con Gabriela, una rubia de 26 años muy linda. Un día recibo un llamado de una chica (30 años) que quería contratarme para que vaya a su casa a darle ejercicios. Mi novia no le gustaba mucho la idea de que yo fuera a las casas de mujeres pero lo aceptaba porque necesitabamos el dinero. La verdad que nunca había ido a la casa de una mujer tan jóven, en general daba clases a gente mayor. Entonces pensaba que no me iba a ser fácil si la mina estaba buena. Cuando llego a la casa de mi nueva alumna, toco timbre y me atiende ella. Estaba vestida con unos jeans ajustados gastados y una camisa blanca, no pude evitar que se me notara mi pensamiento, estaba increíble, un cuerpo hermosos, de 1,70 mts. mas o menos. Era morocha de pelo largo. Tambíén pensé ¿este cuerpo no necesita ejercicios?. Se llamaba Diana y era maestra jardinera. Ella me dijo que esperara que se iba a cambiar para que empecemos. Cuando volvió, otra vez la mire de arriba a abajo con mucho deseo, se vino con unas calzas de licra bien cortas y un top de licra también, con la pancita al aire. Confirme que en realidad tenía un cuerpo bárbaro. Hicimos una entrada en calor y luego le pregunté qué tipo de ejercicos quería hacer. Ejercicos para tonificar las piernas, la pansa y para endurecer la cola, me dijo. Bueno...alla vamos (pensé). Para que se estirara le dije que abriera un poco las piernas bien extendidas ...
... y fuera inclinando su espalda hacia adelante hasta tocarse la punta de sus pies. Mientras lo hacía la comencé a ayudar con mis manos en su cintura, me coloqué detrás de ella para marcarle la espalda bien derecha. Verla en esa posición me hizo dar cuenta que me iba a agarrar una calentura con esa mina incontrolable. Luego la senté en el piso y le dije que se pusiera en cuatro patas para hacer ejercicios de gluteos. Yo me arrodille junto a ella y la tomé con una mano de la cintura y la otra de uno de sus tobillos para enseñarle el ejercicio. "Acá trabajas bien la cola, lo sentis?" le pregunté. Me contestó que si y que quería hacer mucho de gluteos, que era algo que la acomplejaba, su cola. A mi me volvía loco, Mientras hacía el ejercicio yo veía como se movían sus gluteos y como las calzas se le undían bien en la cola. Hicimos varios ejercicios más y terminamos, mientras ella me contó que era divorciada, y que ahora vivía sola. Cuando salí de la casa de Diana estaba muy exitado, no podía dejar de pensar en esas piernas y ese cuerpo tan lindo. Caminé rápido a la casa de mi novia para esperarla, necesitaba calmar mi sed sexual. Había estado erecto toda la clase, por suerte lo pude disimular. Cuando llegué a casa, Gabriela no estaba. Me tiré en el sillón de living a esperarla. Cuando llegó sentí que mi sangre hervía, encima estaba re linda. Con una minifalda de jean y una remerita bien chiquita que decía "sex". Gabriela era muy linda, y nunca la había engañado con otra. Esta vez ...