Regresando muy tarde a casa
Fecha: 28/12/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Sexo Duro
Anal
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... tomaron mi diminuta tanga para bajármela, pero luego de varios intentos, sentí que se desgarraba y los trozos de tela abandonaban mi cuerpo. Un par de carcajadas me hizo entender que esos hombres estaban satisfechos con la visión de mi culo expuesto.Sentí que comenzaba a humedecerme, justo en el preciso momento en que una verga dura empezaba a hurgar entre los pliegues de mis labios vaginales.“Ah, qué hermosa concha tiene esta putita…ya está bastante mojada…” Suspiró el almacenero, mientras me iba clavando despacio.Su verga tenía una cabeza bastante gruesa y esa penetración me estaba provocando algo de dolor más que placer.Comencé a lloriquear, más por la humillación que por el dolor. Todavía así traté de silenciar mis lamentos pues no quería darle el gusto a ese hijo de puta.Mientras me bombeaba con largos embates, me susurraba al oído:“Qué hermosa concha, putita… ni te imaginás el tiempo que esperé este momento…”Fue empujando un poco más adentro con cada embestida; hasta que me penetró por completo y empezó con su mete y saca, aumentando el ritmo cada vez más.Se largó a reír, diciéndome que por fin se había dado el gusto de desflorar a una mujer. Seguramente el tipo sentía mi concha bien apretada; pero yo no lo saqué de su error, pensando que tal vez así se apiadaría de mí; pero no fue así; empezó a bombearme con más ganas; con una furiosa rapidez, como si quisiera abrirme por completo en dos…Así estuvo cogiéndome por casi dos o tres minutos y de repente me sacó su verga ...
... todavía tiesa, sin eyacular, seguramente para poder volver a penetrarme después. Se hizo a un lado y la verga de uno de sus amigos lo reemplazó entre mis piernas abiertas. Me la clavó sin misericordia en un solo empujón hasta el fondo. No pude evitar soltar un gemido de dolor; pero al tipo no le importó.Su bombeo fue más lento, aunque más profundo; yo podía sentir que esta nueva pija era mucho más gruesa que la del almacenero. Después de varios minutos, me empecé a excitar y entonces dejé de lloriquear y quejarme. Se sentía muy bien allá abajo con mi concha en llamas; sentí que mis jugos comenzaron a descargarse, haciendo que la penetración fuera más relajada y ya sin dolor.Tan solo unos minutos después tuve un orgasmo; tan intenso que todos ellos pudieron notarlo, ya que no pude evitar gemir y suspirar de placer.El almacenero dijo riendo:“Miren a la putita virgen…le gusta la verga, ya acabó gritando como una perra…”Su amigo que me tenía sujetada agregó que todo eso recién empezaba y redobló sus embates, provocándome algo de dolor con la violenta fricción en mi vagina.No tardó en acabar dentro de mi cuerpo. Al sacármela, me acercó su verga todavía bien erecta y me ordenó que se la dejara limpia con mi lengua. Mientras lo hacía, el almacenero me hizo dar vuelta y quedé apoyada sobre mis manos y rodillas…Miró al tercer hombre, pero el tipo había bebido demasiado, porque estaba roncando sentado contra la pared, en el mejor de los sueños. Una pija menos para probar…Su amigo se ...