1. ¿MI novia o su madre?


    Fecha: 29/12/2018, Categorías: Dominación Autor: Ariel310, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Cristian, 22 años, alto 1,75m, bien parecido, carismático, atlético y hace 1 año y medio que llevo una relación con Jessica una chica simpática, dos años menor que yo, súper delgadita, pequeña, 1.55m, con unas tetitas pequeñas, pero compensa con su cintura y su culo que lo tiene paradito. Jessy es de esas chicas que le encanta hacer buenas mamadas, se mete toda mi polla hasta los huevos, le gusta jugar con su lengua en la punta de mi pene, mama mejor que las putas o prepagos. Le gusta ser domada por un macho, y cuando está en el clímax grita como una gata en celo y eso a mí me encanta, me excita más para seguir follándola. Una decisión repentina cambiará la relación con mi novia. La madre de mi novia tiene unos 42 años; pero parece de menor edad, se conserva muy bien, va al gimnasio y lleva una dieta sin tantas calorías, muchas mujeres envidiarían tener el cuerpo que ella tiene a su edad. La señora es la típica madre divorciada, abnegada a la crianza de sus tres hijos. Jessy es la hija del medio, tiene una hermana mayor que ya es casada y no vive con ellas y un hermano menor que es un adolescente que aún está en el colegio. La relación con la familia es de lo más perfecto, hay mucha confianza que incluso me han dejado dormir en casa de Jessy, algunas veces, obviamente en la recámara de la hermana mayor que ya no habitaba en la casa. No podía hacer nada con Jessy estando su madre y su hermano en casa, no quería romper esa bonita relación de confianza que había ...
    ... por lo que siempre respetaba cuando me quedaba a dormir. A Jessy le había contado que me gustaría follármela en todas las habitaciones de su hogar y lo que más me ponía cachondo era follarla en la habitación de su madre. A ella también le excitaba ser follada en su casa en todas las habitaciones y en todas las posiciones posibles; pero nunca se dio la oportunidad de hacer realidad mi fantasía hasta esa noche. Esa noche que a más de cumplir mi fantasía, plantó en mi suegra una lujuria insaciable de ser penetrada por mi polla. Jamás había visto con otros ojos a mi suegra, ya que podría ser mi madre; pero todo cambió desde esa noche en que sucedió lo inesperado. Como mencioné, la idea de follarla en casa la ponía a mil, e ideamos un plan para poder follar sin que nadie más nos moleste. Como era época de navidad, la familia de ella solía ir a cenar donde la abuela de Jessica y no regresaban hasta el otro día. El plan era sencillo y fácil de creer: ella debía decir a su madre que iba a cenar con mi familia y yo a mis padres que voy a cenar con la familia de ella, así los dos nos escapábamos de nuestros compromisos y podíamos ir a follar. Le dije a Jessy que cuando ella esté en casa y esté segura de que no volverían, me mande un mensaje a mi cell avisándome, para yo ir. Recibí su mensaje tipo 8:30 de la noche, al mismo que respondí: “Espérame desnuda, quiero que me abras la puerta sin nada, así evitaremos demoras porque estoy muy caliente” Sabía que eso le excitaba a la muy puta y ...
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