1. El señor Manuel (II)


    Fecha: 29/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Autor: dbeni72, Fuente: xHamster

    Como terminé contando en la primera parte, a mi marido la situación, más que preocuparle, le dio mucho morbo, y reconozco que , viéndole así de excitado, a mí también me hizo estar todo el fin de semana muy caliente.El lunes, salí pronto a hacer unas compras por el barrio, para luego hacer la comida y limpiar la casa. Mi marido me dijo que iba a ir a buscar al señor Manuel a la parada, para ver si podían hacer lo de la cisterna.Cuando regresé a casa, no habían llegado aún, así que me puse mi ropa de estar en casa, esta vez bien abrochada, y me fui a la cocina.A la media hora se abrió la puerta de la calle, y entraron a la cocina los dos, y el señor Manuel me saludó con una gran sonrisa y su tono de voz cariñosa y fraternal, y se fueron al baño a reparar la cisterna. Dejé la comida en el fuego, y me acerqué para ver si necesitaban algo, y allí estaba nuestro vecino metido en faena, y mi marido dándole conversación. Me puse al lado de mi marido, mientras Manuel nos daba la espalda trabajando, y mi marido me pasó una mano por el culo, y empezó a acariciarme las nalgas sin que pudiera vernos. Me susurró al oído que quería provocarle un poco, y que me iba a desabrochar un botón, a lo que yo le di un manotazo en su mano. Me quería ir, pero mi marido me seguía sujetando por las nalgas, y mientras nos contaba algo el señor Manuel, mi marido me volvió a susurrar al oído que solo quería comprobar lo del otro día, y sin darme tiempo me desabrochó un botón del escote.Las caricias que me ...
    ... estaba dando mi marido en la espalda, y el sobeteo de nalgas me tenían entre nerviosa y excitada, pero nuestro vecino seguía a lo suyo.Sin darme apenas cuenta, mi marido en un movimiento rápido me desabrochó el otro botón, e instintivamente fui a abotonarme, pero me sujetó la mano, y metió un dedo entre mis nalgas llegando hasta mi sexo por encima del vestido y las bragas. Mi escote volvía a estar amplio y generoso, y mis pezones puntiagudos duros y marcados en el vestido. Mi marido llevó mi mano hacia su paquete, y la rozó con disimulo; tenía la polla como una piedra de dura, y su camiseta por encima del pantalón disimulaba el bulto. Manuel y él hablaban tranquilamente, como si no pasara nada en tan poco espacio de tiempo, y mi marido seguía acariciándome la raja del culo y el sexo desde detrás, sin que se pudiera ver lo que me hacía. Me estaba poniendo malísima, y no podía escapar, ya que me tenía cortada la salida al estar ligeramente detrás de mí.En esto mi marido me dice: "Cariño, coge ese trapo que hay al lado de la caja de herramientas y recoge el agua que hay al lado de la taza del water".Sin pensarlo, me agaché, cogí el trapo y me puse a limpiar junto al señor Manuel, mientras el seguía trabajando. En ese momento el giró la mirada para apartarse un poco, y vio todo el escote agachado y abierto enseñándole mis encantadores pechos, y esta vez con los pezones a mil. Yo recogía el agua, y el señor Manuel continuaba trabajando pero mandaba miradas furtivas. Mi marido se ...
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