Desafío - Relatos Eróticos

Desafío

... no quiero parar ahora. - !!Cállate!! Maldito bastardo... Déjame libre - No quiero, mucho tiempo sintiendote en silencio, mucho tiempo sintiendote en mis sueños y entre silencio te hacía mío con mis dedos, esta habitación lo sabe. Mis sabanas saben todo lo que he mojado por tenerte como ahora, ciego y vulnerable, con la libertad de hacer esto Uno de sus sensuales dedos fué rozando lentamente desde el muslo de Daisuke pasando por el ombligo hasta llegar a uno de sus pezones, sin hacer esperar el momento mucho más, pellizcó el pezón con mucha fuerza, ahogando Daisuke un grito de dolor - ! AH! Mierda, Ken... !Joder! -. Intentaba separarse pero era imposible. La dominación de Ken era mayor - Relajate, fiera inquieta - No me pidas que me calme, eres un desgraciado, voy a romperte el alma cuando consiga liberarme de aqui - Tu instinto de lider te supera, yo puedo más ahora mismo y aprovecharé el momento Jugó con el pezón con sus manos y prácticamemte con todo el pecho de Daisuke pero para entonces, su pene estaba en baja posición - Quiero ver tu pene recto para sacar el otro tipo de leche, según tú. Delicioso semen, me pregunto como puedo excitarte - No lo conseguirás - No me subestimes Daisuke. Gracias Quitó la mano del pezón y lentamente su mano fué hasta la clavícula y cuello de su chico tocando con esmero ese lugar, rozando y sintiendo como Daisuke respiraba muy nervioso, Ken amaba ver a Daisuke literalmente temblando y casi sudando, incluso su expresión estaba en completa ...

... tensión, varias gotas de sudor resbalaban por su cuello - Podrás ocultar tu miedo, pero la humedad es real Tras un largo silencio cuando menos se lo esperó Daisuke, la mano de Ken estaba detrás de su cuello y tiró hacia atrás de los cabellos de Daisuke haciendo que este levantase la cabeza y Ken volvió a meter su boca en la boca de Daisuke no dejandole tiempo a respirar. Los besos eran más intensos y Daisuke estaba cada vez estaba mas en tensión porque la mano de Ken se movia lentamente hacia abajo, como una serpiente arrastrandose por el suelo, Ken se detuvo en el caliente pecho de Daisuke y puso la mano justo en su corazón, sintiendo como sus latidos sonaban muy fuerte. Inesperadamente dejó de besarle para escuchar como su respiración era mas fuerte y su estómago se contraía para recuperar todo el aire perdido - Me encanta ver lo agitado que estás, me encanta escuchar como tus latidos laten a una velocidad vertiginosa, siento tu olor, Olor de carne tuya, sentimiento de egoismo, quiero más. De nuevo capturó sus labios y mientras una de sus manos hacía prisioneras las manos de Daisuke, su otra mano llegó hasta la cadera de él y en un ataque rapido, dejó de sujetar la mano prisionera de Daisuke y con sus dos manos abrió las piernas de Daisuke quedandose los dos de rodillas en la alfombra al mismo tiempo que le quitaba los calzoncillos poco a poco hasta que quedaron en el suelo. Ya estaban los dos desnudos. -¿Quieres que abra más tus piernas? -. Le dijo al mismo tiempo que le lamió ...