1. La tía Mercedes


    Fecha: 31/12/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    Yo tenía entonces 22, y estaba en la flor de la edad, es decir, siempre dispuesto para el sexo, y la verdad que ya había tenido muchas experiencias satisfactorias al respectoMi madre tenía una prima llamada Mercedes, a la cual llamábamos tía Mecha. Esta señora tendría cuando ocurrieron los hechos unos 56 años. Vivía sola a 10 cuadras de casa en un departamento muy amplio que había compartido con su esposo, quien había fallecido unos cinco años antes. Ella era una mujer normal para su edad, es decir rellena sin ser gorda, de tetas grandes poco caídas y un trasero que era una belleza, redondo y firme como pocos. En todo caso, salvo por su culo apetecible, no era una mujer de grandes atractivos, en mi opinión, hasta el momento que motiva este relato.Como no tenía hijos se apoyaba en nuestra familia en lo que hace a tareas masculinas del hogar y también, a veces para hacerle compañía cuando era menester. En mi caso particular yo le tenía mucho afecto y consideración a la tía Mecha derivado de mi afición por las mujeres maduras que venía de los tiempos de Doña Carmen, inolvidable mujer que me inició en las artes del sexo, y a la cual me he referido en relatos anteriores. Quien tenga curiosidad puede leer mis anteriores vivencias relatadas con los títulos “Doña Carmen y Mi Primera Vez “y “Doña Carmen Entrega la Retaguardia”Un viernes por la tarde llego a mi casa y mi madre me espera con la novedad de que debía ir a la casa de la tía Mecha porque se había luxado un tobillo y no ...
    ... podía moverse. Estaba en un sillón y había que darle asistencia. Protesté porque yo ya tenía hecho mi programa pero no hubo nada que hacer porque mi hermana, quien acudía en esas situaciones se había ido a pasar el fin de semana con unas amigas.Mi madre preparó una vianda para llevarle comida y allí marché cuando ya se hacía de noche. Como teníamos copia de sus llaves entré y la encontré en un sillón mirando televisión. Nos saludamos cariñosamente con unos besos y recibí las consabidas gracias por el sacrificio de acompañarla en esa situación.Calenté y le serví la comida mientras mirábamos televisión. Cambiando de canales buscando algo interesante, di con una película que parecía romántica que a la tía le gustó. Resultó que el romance subió de tono y de pronto la pantalla empezó a mostrarnos una escenas subidas de tono llegando a un momento en que los personajes se ponían a follar con desesperación. Las escenas no eran explícitas pero eran claras al respecto y duraron varios minutos. De reojo yo miraba a Mecha y veía que su rostro se ponía rojo y se revolvía en el sillón. Acabada la película, levanté los trastos de la comida y le ayudé a levantarse para ir a la cama. Por supuesto tenía que ponerse la ropa de cama.Allí se planteó el primer escarceo. Tuve que ir por su camisón y ayudarle a cambiarse. Hubo un momento de indecisión dado por la situación que resolví sentándola en la cama y dando la espalda mientras se mudaba de prendas. Había un espejo que me ayudaba a ver todo el ...
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