El comienzo de una relación en Shangai con mi hijo
Fecha: 31/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... de qué edad, pero grande. Estaba rodeada de una infinidad de cajones de madera sin ningún tipo de inscripción, pero por el fuerte olor a hierbas, supongo que era una farmacia tradicional china. La señora sólo se comunicaba con Li, me mira y me indica con un gesto con la mano que la acompañe. -Yo me quedo afuera (dijo mi hijo) -Está bien. Matías comienza a dar unos pasos rumbo a la calle, entonces la señora lo mira y le hace el mismo gesto que a mí, para que lo acompañe, mientras dice algo incomprensible. La miro a Li y le pregunto, para que era y me contesta en su particular inglés, que era para enseñar. -¿Voy? (Pregunta mi hijo) -Bueno, acompáñame, será alguna mezcla de hierbas que te quiere enseñar. La señora mientras tanto toma de tres o cuatro cajones diferentes hierbas y las pone en un papel, luego caminamos unos metros y cruzamos una cortina hecha con trozos unidos de bambú, que separaba el local de un pequeño cuarto, Li se queda en el negocio esperando. Entramos y sabíamos que no podíamos entender nada más de lo que podía decir, éramos espectadores. En el cuarto había una mesa de madera muy vieja y un mortero de mármol donde pone las hierbas y las comienza a moler con varios golpes. Los gestos que hacía apuntaban a mi hijo, era como que le indicaba como tenía que hacer. Luego toma un líquido espeso de una botella y tira dos o tres chorros adentro del mortero, la mezcla desprendía un olor agradable como a menta. Yo hasta ese momento pensaba que estaba preparando algún ...
... tipo de infusión pero no. Cuando termina me pide que me acerque, le hago caso y me arrimo, en ese momento comienza hablar como dando indicaciones, me toma de la cintura y me trata de girar. Yo me resisto y ella habla más rápido y levanta el tono de voz. Tengo que ceder a su pedido y quedo de espalda, fue entonces cuando todo sucedió en un segundo, toma la pollera amarilla de los lados y me la levanta hasta la cintura, quedó sorprendida y desnuda, yo no podía ver a mi hijo pero sabía que estaba mirando. Con una mano empuja mi espalda y me inclina, siento que toma mi culo con las dos manos y me separa los glúteos con firmeza. Yo ya estaba entregada, ya no pensaba más en lo que estaba pasando. La señora arrima su cara y sopla varias veces sobre mi ano, luego toma el ungüento que había preparado y siento como con un dedo empieza a esparcirlo en mi agrandado agujero. Siento frío y un alivio instantáneo mientras pasa la mano de arriba para abajo. Seguía hablando, mientras abría mis nalgas, parecía que le explicaba a mi hijo como tenía que hacer. Termina y me baja la pollera, me doy vuelta y veo a mi hijo con la cara transpirada y roja de la vergüenza, no me podía ver a los ojos, supongo que a mí me pasaba lo mismo, él acababa de ver mi dilatado ano. Salimos del cuarto y envuelve en unos papeles color madera una mezcla de hierbas y una botella con el líquido extraño, se la entrega a Matías. Le quiero pagar pero Li nos dice que lo pagan ellos. Volvimos en silencio al hotel, Li volvió ...