1. Amor de verano (parte 2)


    Fecha: 18/10/2017, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues

    ... delicadeza pero, una vez adentro, lo movía frenéticamente. Así lo fue haciendo hasta que tres de sus dedos escarbaban dentro de mí. Me giró y descendió para mamarme la verga. Me llevaba a las puertas del orgasmo, y luego paraba justo en el momento indicado. De esa forma consiguió que lubricara a mares, y recogía mi líquido para introducirlo en mi culo, y así dilatarme más. Cuando estuve listo, me levantó con una fuerza poderosa y me hizo enredar mis piernas contra su pelvis. Mientras me comía los labios, tomó su polla y la dirigió a mi agujero. Me tensé cuando sentí el dolor inicial, y respiré lentamente para recuperarme, pues sabía que lo que vendría sería genial. Luego de unos segundos, continuó con su trabajo y fue hundiendo su aparato en mi recto. Mis testículos chocaron con su pubis y en un último movimiento, su verga estuvo completamente dentro de mí. Todavía me dolía cuando su glande se enterraba en lo más profundo: era un dolor agudo en la parte baja del vientre, que hacía que todo mi cuerpo se contrajera. Ariel empezó a besarme y a susurrarme cosas al oído. Con sus manos jugaba con los cabellos de mi nuca, y me hacía olvidar el dolor. Sentí cuando comenzó a retirar su miembro y me fui quedando vacío. Instintivamente, mi ano se aferraba a su pene, causándole espasmos de placer. Cuando salió por completo de mí, sentí que todos mis órganos caerían por el orificio que había dejado, pero pronto sus dedos me invadieron y me embarraron con más saliva. Su gordo glande ...
    ... hizo contacto con mi agujero y se fue metiendo dentro de mí otra vez. De esta manera se dio inicio al mete-saca. Con cada embestida mi cuerpo se elevaba, haciendo que mi espalda se refregara con la corteza del árbol que, por suerte, no estaba tan astilloso. Las manos de Ariel estaban en todas partes, quería tenerme completamente en su poder, y lo estaba logrando fácilmente. Mis gemidos eran amortiguados por los típicos sonidos del bosque, y el calor era apaciguado por la refrescante corriente de aire que impulsaban las ramas. Ariel me miraba y con su lengua comenzó a recorrer mis labios, abrí la boca, y la aprisioné. Estaba caliente y húmeda, hice un poco de succión y pronto me encontraba chupando su lengua. Noté en sus ojos que eso le causaba un morbo tremendo, y sentí como sus embestidas se intensificaron. Dejé de hacerlo, y luego él me imitó aprisionando la mía. Su boca succionando mi lengua, le dio un plus a la penetración, además de que me hacía salivar en demasía. Cuando estaba cerca del orgasmo, sacaba su pene e introducía sus dedos en mi culo. Tomó mi mano, y la llevó hasta mi agujero. Sentí mi culo abierto y caliente, su interior estaba muy húmedo y ardía como el infierno. Cuando saqué mis dedos, estaban empapados de nuestros jugos, y Ariel los limpió con su lengua servicialmente. Eso me puso muy caliente, y mi ano comenzó a boquear desesperado por más verga. -¿Qué es lo que quieres?- preguntó mirándome lujuriosamente. -A ti… Métemela. -¿La quieres? -Seh… -¿Toda? ...
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