1. Lo acepto; ¡Soy Bisexual! III


    Fecha: 02/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... yo no me quede atrás, le platique de mis encuentros preparatorianos con mi amigo Javier. De como ya estando casados aún nos dabamos placer a escondidas, y de la larga etapa de abstinencia por la que estaba pasando. Siento que fue esto último lo que motivo a Ignacio a tocar mi miembro sobre el pantalón. Admito que la sensación nunca dejará de ser grata, y de la mezcla de morbo y exitación que se despierta en mi, así que correspondí con el mismo estimulo a su pene. Mi verga no tardo en responder al estimulo que me ofrecía Ignacio, y él no perdió un solo momento; me bajo la cremallera, desabrocho mi cinturón, abrío mi pantalón y extrajo mi hinchado miembro. No podré olvidar sus palabras cuando lo tuvo al descubierto, me recordo a Javier en aquel primer encuentro, y dijo: -¡Que ancho!. Me encanta esta sorpresota. Acto seguido se lo metío hasta el fondo de su boca, la cual estaba muy humeda y caliente. Mientras él relizaba esta labor yo me dí a la tarea de desabrochar su pantalón y extraer si juguete. Era muy ancho, pero corto, aún así muy apetitoso. Ninguno de los dos estaba dispuesto a soltar nuestra presa, por esta razón nos acoplamos en un 69 perfecto. Mientras Ignacio me daba una mamada soberbía, yo no desaprovechaba meterme en la boca ese miembro que me la llenaba. Pasamos un buen rato dandonos esta satisfacción hasta que Iganacio se incorporo y me dijo: - Es rico chuparte la verga, pero lo que en verdad me enloquece es otra cosa. Me pidió que me pusiera a gatas, lo cual ...
    ... hice sin ningún reclamo, pero si con mucha curiosidad. Ignacio se acomodo detrás mio, separo mis nalgas con sus manos, y sin mayor aviso hundió hasta el fondo su lengua. ¡WooooooooooW! que ricura. Nunca había experimentado algo así. Me sodomiso con la lengua y me lleno de saliva todo el ano. No podía abrír los ojos porque el placer me lo impedía. Ignacio se apego a su tarea hasta que mi ano, a causa del estimulo y la saliva, no se cerraba. En ese momento se incorporo, solo sentí que poso su mano izquierda en mi espalda, a la atura de mi cintura, apunto su falo a mi culo, y sin piedad alguna lo empujo hasta que sus testiculos pegaron con los mios. ¡Agggghhh! que dolor taaaaaaaan ¡RICO!. Estaba siendo empalado por un verdadero profesional en el arte del sexo gay, y tan solo era un muchacho; ¡No podía creerlo!. Metía y sacaba esa herramienta, que si bien no era larga, era bastante ancha. Mi ano soportaba los embates de mi amante, y yo gozaba como loco. Una y otra vez se dajaba caer con todo su peso para asegurarse que la penetración fuera total. Por otra parte mi pene, en todo su esplendor, escurría gotas de mi propio semen. Yo me auto estimulaba, y al mismo tiempo apretaba mi esfinter para no dejar salir esa joven verga de mis intestinos. Los empujones durarón como 30 minutos, Ignacio se corrió dentro de mi, y ya que había lanzado el último chorro de leche seguía, como una maquina, embistiendome, lo cual genero que su semen se fuera huntando en las paredes exteriores de mi ano, ...