1. Mis adorados sobrinos…Parte XIII...”Las delicias de la juventud”…


    Fecha: 03/01/2019, Categorías: Incesto Autor: wanchitey15, Fuente: SexoSinTabues

    ... piernas para que Ema pudiera sentirla mejor, ella deslizaba sus dedos dentro, los sacaba brillosos y húmedos, y se los chupaba, no hablaba nadie, solo nos entendíamos con la mirada y con nuestros movimientos, después Ema se inclinó sobre mi mujer y ella abrió más las piernas, Ema le dio un tímido beso en sus labios vaginales para después casi clavar su lengua en su cosita que estaba hirviendo de pasión y escurriendo de miel, vi como mi mujer volteo a vernos mientras David seguía con mi verga entre sus manos y Yo ya acariciaba la verga de David, nuestras miradas se cruzaron y entendí lo que mi mujer me pedía hacer, jale a David a mi verga y le pedí que me mamara, le dije casi susurrando… …ay sobrino, dame una rica mamada que tu tía te quiere ver, Y David sin decir nada solo se agacho y se metió mi verga en la boca, empezó a lamer la cabeza de mi verga sorbiendo toda la miel que ya escurría de ella, continuo mamándome rico, mientras tanto, Ema y mi mujer ya estaban acostadas, se acariciaban y besaban ardientemente, vi como sus dedos invadían cada vez más la profundidad de sus ricas y húmedas cositas, las vi acomodarse de tal manera que pudieran disfrutar de un placentero 69, se mamaron deliciosamente que se podía escuchar como sorbían sus fluidos hasta llegar el orgasmo y beberse sus lechitas, se metían las legua muy dentro de sus cositas como queriendo no dejar nada ahí dentro, después de saciar su lujuria de esa manera se besaron, creo que su beso apasionado llevaba el ...
    ... sabor típico de una boca que acaba de mamar y beber lechita, fue algo grandioso, delicioso, delirante y muy excitante… Y en ese momento Yo jale a David que se subió sobre mí sin dejar de mamarme, lo gire sobre mi cuerpo y empezamos a mamarnos disfrutando un rico 69, mientras mi mujer y Ema ya relajadas se dispusieron a disfrutar del rico espectáculo que les estábamos brindando, era tal mi excitación y deseo que su enorme verga desaparecía toda en mi boca, mientras David me apretaba con tanta fuerza como queriendo comerse mi verga, mientras lo mamaba con mis dedos busque su colita y le metí un par de dedos en ella, el aflojo y pude escuchar sus gemidos de placer que mezclándose con los míos, eran solo uno, estábamos gozando el rico momento, nuestros cuerpos temblaron, se convulsionaron casi al mismo tiempo, y por fin, explotamos juntos, ambos nos aferramos más a nuestras vergas, sorbiendo y tragando todo ese rico y abundante semen que nos estábamos dando hasta que terminamos extasiados, al levantar su cabeza y darse la vuelta David pude ver cómo le escurría un poco de mi semen por la comisura de sus labios, lo jale hacia mí y nos besamos apasionadamente, disfrutamos del rico sabor de nuestras salivas mezcladas con nuestro semen, nos habíamos dado una rica mamada, volteamos a ver a mi mujer, y pude ver en su mirada la complicidad del acto realizado con nuestros sobrinos, nos gustó disfrutar de todo eso, disfrutar de algo tan extremo, tan lujurioso, tan sucio, del rico incesto en ...