El tutor Sr. López
Fecha: 06/01/2019,
Categorías:
Dominación
Autor: Juanspanker, Fuente: CuentoRelatos
... portero. El cual la reconoció al tenerla delante del mostrador… (Conserje) -. Buenos días señora Pujol, viene a visitar al señor López? (Laura) -. Sí, señor Luis. Tengo cita a las siete con el señor López. (Conserje) -. Ahora mismo la acompaño señora Pujol, me permite su abrigo? El conserje amablemente se prestó a quitarle el abrigo, esperando mientras ella se desabrochaba el mismo, luego lo sujeto de los hombros situándose detrás de ella facilitando que el abrigo descendiera de sus brazos por el peso del mismo, una vez quitado, lo doblo sobre su antebrazo derecho y con la izquierda agarro la maleta. (Conserje) -. Hace el favor de acompañarme señora Pujol. Laura siguió sus pasos a una distancia de dos metros hasta el ascensor, una vez detenidos ante en la puerta izquierda, pues habían dos ascensores. El conserje introdujo una llave, en donde deberían estar los pulsadores, en vez de ellos, había una portezuela. Al abrirla, la puerta corredera del ascensor se abrió hacia el lado izquierdo, Laura entro a una seña del conserje, una vez dentro ella se dio la vuelta mirando al conserje, esperando que se cerraran las puertas sin mirar directamente al conserje, pues tenía la cabeza inclinada mirando al suelo, pero nadie podría pasar por alto la rojez de sus mejillas, vestida como una jovencita y sin atreverse a mirar a los ojos a su interlocutor, roja de vergüenza. (Conserje) -. Señora Pujol, el señor López la aguarda en su despacho, yo me encargo de guardar su abrigo y su maleta. ...
... Que tenga usted un buen día señora. Hasta luego. El conserje pulso el botón del piso, y las puertas se cerraron. Laura se despidió con un gesto de agradecimiento forzado, pues le daba mucha vergüenza verse ante un hombre tal y como iba vestida. Pero no tuvo más remedio que levantar la mirada para despedirse, y observar aquella sonrisa socarrona del conserje mientras las puertas se cerraban. El ascensor comenzó a ascender, momento que Laura aprovecho para mirarse al espejo y arreglarse la ropa, era importante que fuera perfectamente ataviada, agarro el dobladillo de su falda levantándosela, para verse las bragas en el espejo, primero girándose hacia la derecha y luego a la izquierda, asegurándose que estas fueran bien tensas y en su lugar, sobre todo que las perneras de sus braguitas cubrieran bien su trasero, para ello introduciendo sus dedos entre el elástico las acabo de arreglar y dejar tensas, dejo caer la falda y la aliso bien, sin poder evitar acariciarse el trasero con ambas manos. Su mirada se fijó en el número digital que iba indicando el piso que ascendía. Trece, catorce, quince… la puerta se abrió en esos momentos, a sus ojos, apareció un largo recibidor que daba directamente a una única puerta, salió del ascensor dando pasos muy cortos, el final del pasillo del recibidor daba la impresión que se alejaba de ella, causando un efecto visual. La puerta del despacho parecía cada vez más grande y ella se veía así misma, más pequeña. Al detenerse delante de la puerta, ...