La conspiración
Fecha: 19/10/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... polla en su boca una sola vez, y volvió a sacarla. Se puso de pie, y dijo:-Como soy la anfitriona, tengo derecho a ser la primera. Y sin más preámbulos, me dio la espalda, tomo mi miembro con la mano y se sentó sobre él, y se lo clavó hasta dentro. Yo había pasado del inicial estado de extrañeza a uno de calentura inimaginable. Miré a R., que parecía disfrutar más que yo incluso. Cuando enderecé el cuello tuve una fantástica visión, como cuando un errabundo del desierto ve un oasis. L.I se disponía a sentarse sobre mi boca. Su coñito rasurado parecía sacado de una película porno. Rosado, con unos labios muy apetecibles. Sin más, lo colocó justamente encima de mi boca, y empecé a lamer. En ese momento perdí la visión de lo que había en la habitación. Sabía que M. seguía botando sobre mi verga, y que L.I estaba disfrutando de mis lamidos como una loca, como supe por sus gemidos. Lo que hacían S. y H. no pude saberlo hasta un poco después. Sé que una de ellas trataba de lamer mi verga y el coño de M. mientras duraba nuestro mete-saca. Al rato de mantener esta posición, M. se levantó, y dio pasó a S. que se sentó sobre mí, esta vez de cara a L.I. Al poco, los jugos de L.I inundaron mi boca. Había alcanzado su primer orgasmo. La verdad es que mi técnica con la lengua era muy depurada. Cuando L.I liberó mi vista, pude ver como S. se movía encima de mí, con movimientos acompasados, a veces en círculos, a veces de arriba abajo. M y H estaban ya en la otra cama. H estaba ya desnuda, ...
... y M entre sus piernas le comía su concha. S. se levantó, y tomando mis manos me puso de pié. Quitó de en medio a M. y le dijo a H. que se pusiese a 4 patas. Ésta accedió inmediatamente, y las demás chicas me alentaron a que la empetase. Y así lo hice. Puse mis manos en sus enormes caderas, y le introduje mi miembro en su palpitante concha, húmeda por sus propios líquidos y por la saliva de M. Comencé primero un suave bamboleo, y noté los gemidos de H. Por esa razón aumenté el ritmo de la penetración, y pronto me llegó el clímax, y a ella también. En el momento justo, saque mi polla, y lancé toda mi savia sobre su espalda. H. se tumbó en la cama y supe que ella ya lo había dado todo. Sin duda era la que menos experiencia tenía. S. se agachó inmediatamente y trató de tomar para sí los restos de semen que quedaban en mi polla. La engulló varias veces, hasta provocarme otra erección. -Parece que hoy vienes fuerte, ¿eh?-Dijo L.I. R. se rió, y nos pidió que continuáramos. Dicho y hecho. S. pidió ser la próxima, y sin mediar más palabras me tumbó en la cama y se subió sobre mí. Cuando hice ademán de perforar otra vez su coñito, me dijo que por ahí no, que prefería por otra parte. Yo me quedé muy sorprendido. Nunca había tenido la oportunidad de practicar sexo anal, y ahora podría hacerlo con una compañera de clase. Tomó con su mano mi polla y la puso en la entrada de su ano. Poco a poco fui empujando, y al momento la tenía toda dentro. Ella gemía de placer y de dolor, pero al poco ...