1. La pendeja del sexto piso


    Fecha: 07/01/2019, Categorías: Anal Sexo Duro Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esa noche estaba bastante cansado al llegar a casa luego de un largo día en la oficina. Pulsé los botones del ascensor en el palier y, al abrirse las puertas, me encontré con una interesante sorpresa: la pendeja del sexto piso estaba allí, cambiándose de ropa.Había salido de su departamento vestida casi como una monja y para que no la viera su padre, se estaba vistiendo como una perra en celo para salir a reventar la noche.La nena estaba casi en bolas, subida a unos tacos bien altos y apenas vestida con una camiseta de nylon negro pegada al cuerpo, que permitía apreciar la redondez de sus pequeñas tetas.Apenas había cumplido los dieciocho años, pera la muy putita ya llevaba el pubis bien depilado y un aro de oro brillaba entre los pliegues de sus labios vaginales.Me quedé sorprendido al verla así y ella no hizo ademán de cubrir su cuerpo desnudo; sino que me espetó con dureza:“Qué te pasa, pajero… nunca viste una mina en bolas…?”“Nunca sin que me la haya cogido…” Le respondí sonriendo con malicia.“Mala suerte para vos entonces…” Me contestó de manera desafiante.Ante tanta provocación no me pude resistir y entré al ascensor, acorralándola en una esquina. Pulsé los botones de cierre rápido de las puertas y arranqué la marcha hacia arriba; pero lo detuve entre dos pisos.“Qué decías, putita…? Aquí nadie va a poder oírnos…” Le dije, sabiendo que los mamparos del ascensor eran a prueba de sonidos…Me abalancé sobre ella y la aferré por los brazos, sujetándolos por encima de su ...
    ... cabeza. La pendeja intentó debatirse, tratando de patearme los pies.Intenté pasarle la lengua por el cuello, pero ella se resistió. Con un brusco movimiento la hice dar vuelta y la puse contra el mamparo donde estaba el espejo.Me acerqué a su cuerpo para restregarme y ella en su afán de salir de ahí también se refregó conmigo. Seguramente pudo notar cómo mi verga se iba endureciendo, apoyada contra su culo desnudo.“Vas a cogerme, pajero hijo de puta?” De repente me gritó.“Te voy a coger hasta que no aguantes más y me pidas basta…” Le dije.Me solté los pantalones y me bajé el bóxer, dejando mi verga descansando sobre sus nalgas. Ella se dio vuelta y se colgó de mi cuello, abriendo su boca para comerse la mía en un beso profundo.Mi mano bajó a su entrepierna y mis dedos curiosos encontraron que su concha estaba muy mojada a esa altura.La pendeja levantó una pierna y yo pasé mi brazo por debajo de ella. Ubiqué la punta de mi pija entre sus labios vaginales y me entretuve frotándola contra ellos, que estaban casi chorreando de calentura.Ella rompió el beso interminable y me dijo mirándome a los ojos:“Quiero que me cojas ahora…”Tus deseos son órdenes, nena, pensé; mientras comenzaba a penetrar esa concha delicada, suave y caliente. Le metí solamente la punta.Ella cerró los ojos y abrió la boca para gritar. Dejó escapar un aullido agudo que parecía de dolor, pero enseguida se convirtió en un gemido de placer…No tardó en pedirme que la cogiera más, sin parar, hasta hacerla acabar.Se la ...
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