Algo inesperado pero delicioso
Fecha: 09/01/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... evitar que me viera, alcanzo a verme y me siguió. Yo me sentí muy incomoda y trate de ser cortante para que se alejara de mi, pero siguió insistente reclamándome el no haberle dado siquiera una oportunidad y de haber sido capaz de casarme con solo unos meses de conocer al que es mi esposo, siendo que el me había buscado durante años, etc. Para acortar camino y evitar que siguiera a mi lado, me cruce por el atrio del templo de San Agustín, para que ya se alejara, pero como cruzamos por un lugar en penumbra, me detuvo y siguió insistiendo en que le permitiera al meno ser mi amigo. Lo note como si hubiera estado tomando, por el aroma y porque estaba muy terco. Así que trate de llevármelo por la buena y le dije que si, que podía saludarme al pasar y que en cualquier otra ocasión podríamos conversar un poco como amigos. Esto para que ya se retirara. En eso estaba, cuando veo a mi esposo entrar al atrio del templo de prisa, ya que acostumbrábamos cruzar por ahí para acortar camino. El venía con el fin de alcanzarme, pues lo citaron para el día siguiente a las 8 am. Salió de repente como a unos 10 metros de nosotros de forma inesperada y al mirarnos se detuvo de golpe sorprendido. ---¿Que sucede?-- pregunto extrañado. Lo único que se me ocurrió para evitar un posible problema fue decirle: --¡mira, es Alejandro, un amigo de la infancia! Me lo encontré casualmente ahorita que venía--- Hola, mucho gusto --dijo Alejandro de inmediato entendiendo la razón de mi argumento-- Mi esposo le ...
... da la mano desconfiado y se saludan y se presentan ambos. Alejandro tenía mucha facilidad de palabra y supo envolver pronto a mi esposo evitando "un mal entendido". Siguió diciéndole como en broma: --"de hecho, le estaba reclamando a tu esposa que no fueron capaces de invitarme a la boda. ¿Cuanto llevan ya de casados?" --Tenemos casi cinco años-- dijo mi esposo algo desconfiado aún --aunque fue algo sencillo, casi familiar y en realidad no pudimos invitar a la mayoría de nuestras amistades y además yo no te conocía.-- �A tu esposa la conozco desde que era una niña�dijo Alejandro--, se puede decir que somos amigos de toda la vida. Y ahora que te conozco también a ti, espero un día me permitan invitarlos a comer o a tomar algo ya que no pude acompañarlos cuando se casaron�. ¡Vaya, que casualidad! �dijo mi esposo cayendo redondito en la jugada de Alejandro, porque le dijo: --�Presisamente ahorita íbamos con el fin de comprar una bebida con el fin de tomárnosla viendo una película en casa u oyendo música. Ando sin trabajo y me siento algo "apachurrado". "¡Pues que excelente oportunidad! ¡permítanme invitárles yo esa bebida! claro, si ustedes quieren y me permiten acompañarlos; que sea por el gusto de vernos y conocerte a ti�.-- dijo Alejandro muy expontáneo. ��¿Como ves?� --me pregunta mi esposo-- "tu sabrás"-- fue todo lo que yo le dije, tratando de parecer normal. Y es que Alejandro no me simpatizaba en absoluto, me era desagradable y sabia muy bien sus intenciones, pero no me ...