1. "Cómo acabamos con la monotonía".


    Fecha: 09/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Autor: lujuria69, Fuente: xHamster

    ... bromear, mi amigo ansiaba “revolcarse” con mi esposa, sin que ello, lejos de m*****arme, para mi estupor, comenzara a excitarme cada vez más. En aquel “juego” participábamos los tres, siempre fingiendo que el alcohol nos afectaba más de lo real, y así, Juan “atacaba” presentándose voluntario para cualquier cosa entre risas, mi esposa fingía envalentonarse afectada por efluvios alcohólicos sin poder ocultar que realmente le excitaba la idea, y yo interpretaba el rol de inocente marido que se divertía con aquello sin percatarse totalmente de todo. A pesar de ello, tuve que ser yo quien desencadenara el inicio de aquellos juegos, ya que tanto Juan como mi esposa seguían sin traspasar el límite de la broma a lo real, posiblemente por miedo a mi reacción, y propuse entre risas un “¿a que no tenéis cojones?”. ¿Yo?, ¡por supuesto que sí!. Bramó Juan. "Yo... Si es cosa suave... y porque estamos en este ambiente..." (Mi esposa se puso colorada mirándome con rostro de no haber roto un plato en su vida). "¿A que no tenéis cojones a bailar un agarrado en ropa interior los dos?, fijo que Juan no es capaz de aguantar más de diez segundos sin empalmarse, ja ja ja". "¿Yo?, bailo lo que haga falta", dijo Juan. Con una sonrisa de oreja a oreja. "Si es manteniendo siempre la ropa interior sin pasar de ahí...". dijo mi esposa cada vez más azorada. Juan, demostrando que no quería dejar pasar la oportunidad de abrazarse a mi esposa semidesnudos, comenzó a desnudarse ante la atenta y curiosa ...
    ... mirada de mi esposa, que no paró de reír hasta verlo con un slip de los que marcan “paquete”. Ambos nos sorprendimos cuando Susana abandonó el salón excusándose en que prefería desnudarse en la intimidad, comprendiendo el motivo real a su regreso, ya que mi esposa había aprovechado para cambiarse y lucir su lencería más excitante. El blanco de sus braguitas ajustadas al contorno de su cadera y el sujetador a juego, contrastaba con el increíble sonrojamiento de su rostro, provocando que el miembro de Juan comenzara a izarse antes de llegar a abrazarla, y mi más enorme estupor al comprobar cuánto excitaba a mi esposa exhibirse y sentirse deseada. "Ja, ja, ja, ja, Juan, ¿todavía no has empezado a bailar con ella y ya te estás empalmando?, ¡espero no te corras nada más abrazarla!", dije señalando el progresivo aumento de tamaño de su slip. "Cooooooño, es que Susana está buenísima". Sin apartar la mirada del miembro que se le aproximaba, Susana se dejó abrazar por nuestro amigo, iniciando un baile sensual agarrado a los sones de una fingida música, en el que obviamente la erección de Juan se hizo más manifiesta, frotándose ambos lascivamente. Juan en principio se limitó a frotarse, pero poco a poco sus manos se dedicaron a sobar descaradamente el culo de mi esposa, la cual se “quejó” diciéndole que “de tocar no hemos dicho nada”, sin que Juan le hiciera el más mínimo caso, máxime cuando los erectos pezones de mi esposa dejaban bien a las claras cuánto estaba disfrutando con ello. Mi ...
«1234...»