1. Mi verdadera defloracion


    Fecha: 12/01/2019, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    A temprana edad descubri que yo no era como todos los otros niños. Ademas de las diferencias en el desarrollo fisico( era mas delgado y mas pequeño), a menudo encontraba que mis preferencias eran otras y compartir juegos con ellos me resultaba dificil. Me encantaba correr y era bastante agil pero el futbol no me gustaba, era demasiado rudo y era lo que mas se practicaba por lo que usualmente me dedicaba a observar cuando jugaban o las mas de las veces la pasaba solo sumergido en mis pensamientos y mis fantasias. Mi verdadera defloración A temprana edad descubri que yo no era como todos los otros niños. Ademas de las diferencias en el desarrollo fisico( era mas delgado y mas pequeño), a menudo encontraba que mis preferencias eran otras y compartir juegos con ellos me resultaba dificil. Me encantaba correr y era bastante agil pero el futbol no me gustaba, era demasiado rudo y era lo que mas se practicaba por lo que usualmente me dedicaba a observar cuando jugaban o las mas de las veces la pasaba solo sumergido en mis pensamientos y mis fantasias. Descubrí que el cuerpo entero siente a traves de la piel y de cuanto agradable puede ser estimular estas senzaciones. Gozaba con el agua caliente, muy caliente en mis frecuentes baños de tina. Me aplicaba las cremas de mamá en todo el cuerpo pues me encantaba como se sentía la piel después, adoraba sentir la suavidad y la tersura de mis piernas cuando me las acariciaba, descubrí que mis pezones eran bastante sensibles y estimularlos ...
    ... me daba placer, jugando descubrí cuanto me agradaba amazar mis nalgas y que mi escondido orificio anal me prodigaba un entero mundo de senzaciones. Por supuesto estaba tambien mi pequeño pene, sensibilisimo tambien él, y toqueteandolo descubrí la maravilla de la masturbación; a mis ocho años era yo un volcan ardiente deseoso de explotar en el mundo de la sensualidad. No sabía lo que era el sexo, nadie me había hablado de ello, no sentía una atracción especial por los hombres pero si mantenía una admiración por las niñas. Envidiaba sus vestidos, el maquillaje, el cuidado que ponian a su imagen, y la innata necesidad de sentirse bellas. Yo era un niño, no podía usar faldas, pero en la intimidad de mi casa me vestía con las ropas de mamá y usaba sus cosmeticos para hacerme mas linda. Mamá trabajaba, era joven y bella, tenía una vida social activa y frecuentemente llegaba tarde, así que tenía toda la tarde despues del colegio para mis fantasias. En el colegio, los mas grandes que se sentaban al fondo del salon, iniciaron a practicar juegos sensuales aunque siempre dentro del límite de nuestra infantil madurez. Al que perdía se le castigaba tocandole las nalgas o se le obligaba a tocar el pene de algun otro. Siempre con las ropas puestas. Yo me uní al grupo. Jugando perdí y mi castigo fué sentarme encima de Alberto y aunque fingí fastidio, la verdad es que senti mis primeras mariposas en el estomago y una extraña sensación en todo el cuerpo. Estos juegos se repetian casi todos los ...
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