El misterio del cliente y su asistente personal...
Fecha: 14/01/2019,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... adolescente en su primera cita. Al final, después de probar muchos vestidos, me decidi por uno negro con un gran escote (Me encanta que mis tetas se vean grandes y duras) y mini. Me puse una elegante chaqueta encima que tapaba todo hasta mostrar mis delicados zapatos. Si la situación daba para ser sexy entonces me sacaría la chaqueta pero en caso contrarío no quería sentirme fuera de lugar. Al llegar al hotel estaba nerviosa. Llegue a la terraza y me fije que estaba casi vacía. En el fondo, en la mejor ubicación estaba Valeria. Su pelo hermoso y dientes blancos brillaban en mis ojos. Un asistente me ofrecio un cafe y me pidió que esperar que ella terminara. Valeria estaba con un par de ejecutivos y revisaba unos documentos. La espere tranquila, disfrutaba de mi café y me recreaba con sus piernas y sus labios. Ella me miró de improviso y me sonrío. Después de 50 minutos me acercaron a su mesa. Mira a mi alrededor y me di cuenta que estábamos solas. Valeria se veía preciosa, su mirada, su sonrisa blanca y sus labios rojos. Su traje blanco se apretaba a su cuerpo y se mantenía hermoso. Valeria sacó de su cartera, un contrato más grande esta vez. Me lo extendió con cuidado. Me quede pensando unos segundos. No sabía que iba a hacer con mi vida, mi rutina estaba rara y ya estaba en vacaciones. Que tan malo podría ser. Firme en cosa de minutos. eran varios papeles y leí todo con cuidado. No por estar nerviosa iba a descuidar las formalidades. El siguiente día pasó muy veloz, en la ...
... noche un auto me paso a retirar. Me llevó al aeropuerto y para mi sorpresa nos esperaba un pequeño jet privado. Valeria me esperaba en el interior. Me quede dormida viéndola trabajar, ella no descansaba nunca. Después de 4 horas manejando llegamos a la casa. Decir casa es poco, era un mansión hermosa. Nos recibió una pareja de mujeres que me pareció que eran rusas o de euro del esta. Eran mujeres de unos 50 o 60 años, probablemente muy hermosas cuando jóvenes y que rápidamente tomaron mi equipaje y nos condujeron por la casa. Llegamos a una sala pequeña y acogedora, en su interior una chimenea encendida y frente a ella estaba una pequeña pero hermosa mujer. Valeria se sentó en el sillón y me miró concentrada. Respondí muchas preguntas de mi vida, aunque la mayoría eran esperables no dejó de ser algo incómodo. Después, la doctora me saco un poco de sangre y me pidió que me desvistiera. Entre a un baño que me esperaba con una suave bata de seda. Estaba nerviosa, no quería que pasara esto y no me gustaba que alguien anduviera husmeando por ahí. Al salir del baño me encontré con una camilla y me invitaron a abrir mis piernas. Bueno, no fueron tan explícitas pero eso hicieron. La doctora, con un gesto muy amable, comenzó su revisión. Estaba asustada, pálida, apenas me movía y transpiraba por todos lados. Valeria se acercó a mi, me tomo de la mano y me hizo cariño en el brazo. Era delicioso pero creo que me puse más nerviosa. Unos segundos después pude ver la cara de horror de la ...