1. La chica del camping


    Fecha: 16/01/2019, Categorías: Masturbación Sexo en Grupo Lesbianas Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster

    ... tentación de intentar meterle el dedo gordo del pie… que no encontró dificultades para entrar.Estábamos tan cachondas que la ducha se nos quedaba pequeña para dar cabida al desenfreno que nos poseía. Así que salimos del baño y, sin perder tiempo siquiera en secarnos, nos tiramos sobre la cama para continuar gozando de aquella experiencia.-la tijera… -susurré casi sin voz, afónica de placer y de deseo.No había nada que me excitara más en ese momento que la curiosidad por saber que se sentía en esa posición, frotando dos coños para estimularse. Eva cruzó sus piernas por entre las mías y, poco a poco, se fue acercando hasta que sentí su sexo rozarse con el mío. A continuación terminó de encajarse y me hice una primera idea de lo placentera que podía ser la posición. Pero es que, a continuación, Eva comenzó a mover sus caderas de tal forma que, de inmediato, comencé a gemir como una posesa y tardé menos de un minuto en correrme entre cálidos chillidos.Eva continuó frotándose durante unos segundos más. Mi inesperado orgasmo la había acelerado y no se detuvo porque sentía la proximidad del suyo. Mis espasmos favorecieron el rozamiento y, con la mirada más lasciva que jamás me haya dedicado una mujer, Eva comenzó a gemir cada vez más fuerte hasta que terminó por correrse apretando coño contra coño ayudada por sus manos que me cogían de la cadera… ¡Uff! ¡Qué polvazo más increíble!Nos dejamos caer boca arriba sobre la cama, totalmente exhaustas y sin respiración. Mientras recobraba ...
    ... el aliento pensaba en lo que acababa de vivir y en lo bien que me había sentado. Aparte, obviamente, de lo muchísimo que lo había disfrutado. Me sentía feliz, despreocupada y tenía también la sensación de que la vida iba a empezar a irme mejor, de que ya estaba saliendo del pozo y estaba de nuevo subiendo peldaños.Cuando volví a ser persona, cosa que ocurrió pasados un par de minutos en los que Eva y yo nos mirábamos y nos reíamos con cara de “estamos locas”, cogí el reloj para ver la hora.-Deberíamos empezar a arreglarnos… Pero ya en serio –y volví a echarme a reír.-Venga sí, que además la mesa del italiano está reservada para las diez… -contestó Eva.Volvimos a meternos desnudas en el baño para secarnos el pelo y empezar a maquillarnos. Luego Eva se puso un conjunto de ropa interior que era casi como si no llevara nada y, encima, el traje fucsia. Yo me puse una minifalda entubada blanca que me llega a la mitad de los muslos y la camiseta rosa de Eva. Como me la iba a poner sin sujetador, pude ponerme un tanga que traía suelto en color visón de encaje que me encantaba. Nos calzamos, nos examinamos ante el espejo tres o cuatro veces y, por fin, salimos del bungaló cerca de las diez menos cuarto de la noche camino del restaurante.Después de disfrutar de una cena que estaba riquísima, Eva me llevó primero a una terraza de verano y, después, a otra pero de rollo mucho más chill-out. No es**timamos en copas y nos bebimos todo lo que nos apeteció. No es que estuviéramos borrachas ...
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