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Miradas cómplices
Fecha: 19/01/2019, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que era por él. Me bajé un poco más la camiseta, dejando mis pechos sin sostén a la vista y el lanzó un suspiro que pude oír desde donde me encontraba. Su novia levantó la cabeza y a punto estuvo de poder vernos, pero él rápidamente volvió a dirigirla a su pene y seguimos con nuestro excitante juego de miradas. Mi respiración se aceleraba y mis movimientos pélvicos eran cada vez más descarado. Él se lamía los labios, sin perder detalle de lo que frente a él acontecida y envuelto en el placer que su novia le estaba dando. Yo contenía mis gemidos, metiendo y sacando bruscamente dos dedos en mi vagina mientras con mi otra mano me acariciaba el clítoris como podía. Estaba al límite, y él también. Me eché hacia delante para que pudiese ver mis pechos con mayor facilidad y con el movimiento y mirándole a la cara como estaba me corrí en un orgasmo bestial de gemidos silenciados. Él no tardó mucho más en venirse. Para entonces yo ya había vuelto a recobrar el aire. Me vestí correctamente antes de que su novia se incorporase y pudiera verme, y fingí estar enfrascada en una conversación por whatsapp durante dos paradas más. Si levantaba la vista, ahí estaba él, mirándome todavía, mientras ella charlaba despreocupadamente, un leve rastro de semen aún en su comisura labial izquierda. Una vez pasada la excitación del momento, la situación se tornó muy incómoda para mi y terminé bajándome un par de paradas antes de mi destino. Al salir del vagón vi que había un hombre de cuarenta y muchos años que probablemente se dirigía al trabajo sentado varios asientos detrás de mi. No sé si pudo llegar a presenciar lo que ocurrió en aquel vagón, solo sé que la idea de que nos estuviese observando no se me quita de la cabeza y que no veo el momento de volver a masturbarme en público.