1. Terminé cogiendo a la señora Dora y a su empleada Juana


    Fecha: 23/01/2019, Categorías: Confesiones Dominación Autor: Pojemacho, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando atendí la llamada de Liz se disculpó me dijo que su prima Joanna y tía Elena y más familiares no le permitieron regresar porque ya era muy tarde y se quedó dormida, cuando llamó a mi celular y no contesté entonces lo hizo a su casa y Juana le dijo que luego de esperar buen tiempo me fui a las 5 de la mañana. - Perdóname amor, pobrecito te quedaste con las ganas y yo también ¿Cuándo nos vemos de nuevo? Te extraño quiero sentirte dentro de mi corazón. Tuve que mostrarme algo molesto al comienzo con ella para evitar cualquier sospecha y luego que varias veces me dijera que le perdone dije que estaba bien entendía, jamás sabría que a falta de su cuerpo para coger tendría esa noche a dos mujeres más su madre y empleada. Pasó una semana para volver a su casa nuevamente y el motivo fue porque su papá se iría de viaje por cuatro días al extranjero y Liz quería aprovechar eso para que yo conozca su dormitorio y le dijo a su mamá que iría llevando unas notas de la universidad, también me comentó que se extrañó con la facilidad que aceptó su mamá al contrario se mostró de acuerdo con mi presencia en su casa. En el bus sentado rumbo al encuentro de Liz, varias ideas se me ocurrían en la cabeza ahora era dueño de la situación ahí, la única que me hacía problemas Dora estaba a mi favor y los ojos de la casa Juanita también, hice una locura cuando llegó no lo hice por la puerta principal sino por la de servicio vi una ventana y entró sigilosamente y abracé por detrás a Juana. - ¡Ayy ...
    ... joven casi me mata del susto, suélteme por favor la señora y la señorita están acá. Le dije que no se preocupe que no me había visto nadie entrar mientras sobaba sus nalgas y besaba su cuello, ella volvió a caer en mis manos y su corazón latía a mil le dije que me gustaría que me hiciera un favor y preguntó entonces bajé el cierre del pantalón y saqué mi verga sus ojos se hicieron grandes de la impresión. - Dame una chupadita Juanita quiero sentir el calor de tu boquita. - Nooo... Está loco acaso quiere que me boten del trabajo. Alguien puede entrar. Además no sé cómo hacerlo jamás lo hecho. Noo... Entendí que tenía razón y la sujete de la mano y la llevé a su cuarto que estaba cerca de la cocina, ya dentro la hice que se arrodille delante mío y volví a sacar la verga ella voltea la cara a un costado evitando el contacto ahí tuve que poner un poco de presión y sujeto fuerte sus cabellos y hago que voltee la cara. - Vamos chúpalo como si fuera un chupete de tu sabor preferido... Primero con la lengua y después trágalo todo... Vamos apúrate que pueden notar tu ausencia... Juana sabía que no había marcha atrás y debía obedecer a su nuevo patrón, ella pasa la lengua por el glande tímidamente varias veces mis manos sujeta su cabeza firme mientras ella seguía lamiendo como una perrita temerosa y aprendiendo a conocer el sabor y tamaño de una pinga en su boca. De a poquito se lo fue tragando empezó a tener unas arcadas sus ojos se llenaron de lágrimas y levantó la mirada, le indique ...
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