1. Encuentros con Sofía (Cap. 6)


    Fecha: 23/01/2019, Categorías: Incesto Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    ... y sentir esa pequeña cintura entre mis manos me tenía a mil por hora, mi miembro parecía tener vida propia y quería romper el pantalón para atacar su cuerpo. Así de espaldas a mí, acariciaba su cuerpo y apegaba mi miembro a su trasero, Sofía restregaba su trasero en mi miembro, para sentirlo más. Le di vuelta y ahora frente a frente, nos acariciábamos y besábamos como dos poseídos, yo intentaba llevarle mismo ritmo. Desabotonó mi camisa y pronto la vi tirada en el suelo, junto a mis pantalones, me había desnudado completamente y ella todavía lleva su ropa. Yo seguía restregando ahora mi desnudo miembro por sobre su falda a la altura de su vientre, mientras nos seguíamos besando, pronto logré quitarle su blusa y pude ver un sujetador blanco, muy sexy que abrazaba sus senos. Logré ponerme a sus espaldas para poder desabotonar su falda y bajar el cierre, y proceder a bajársela por sus piernas, al ser de lycra, era un poco más complicado, pero a la vez me permitía sentir su piernas enfundadas en esa medias nylon que pronto acompañarían a su falda y zapatos por el piso. Su interior también era blanco, muy sexy y con encajes, para nada se parecía esos calzones nada tentadores que antes se sabía poner. Prácticamente le arranque su sujetador e interior para así estar los dos desnudos, ahí de pie, en esa habitación, sobre la alfombra. La lleve hacia la silla kamasutra y la subí hasta hacerla sentar en ella. La silla era esa de tipo ola, y acolchonada, la cual tiene un lomo pequeño y ...
    ... un lomo grande a la vez. La hice sentar en el lomo grande, y la hice recostar hacia atrás, de tal manera que sus piernas quedaban al aire, Sofía se dejaba llevar sin protestar. En esa posición me puse entre sus piernas y empecé a besar su ombligo, para luego ir bajando y llegar a su vagina, por un momento intentó incorporarse y cerrar sus piernas, al momento que decía —Pero, que intentas hacer??? Sin embargo ya era tarde, yo había puesto mi rostro sobre su velluda vagina y empezaba a besarla y lengüetear todo su contorno, y al pasar mi lengua por sus labios vaginales, la sentí como desfallecer para dejarse hacer lo que yo quería. Con mis manos por debajo de sus muslos, abría sus piernas y como si estuviera devorando una papaya muy deliciosa, devoraba su concha y jugaba con su clítoris, le hacía una deliciosa “búsqueda”, hasta que sentí como si un chorro de líquido saliera expulsado de ella con mucha fuerza y bañó mi rostro, era entre salado y dulce a la vez. Esta sería la primera vez que se correría en la noche. Sin soltar sus piernas, me incorporé y puse mi miembro en la entrada de su vagina, la cual al estar mojada completamente, no puso nada de resistencia ante mis arremetidas, haciéndole un “misionero alto”, hasta que por fin nos corrimos, esta vez los dos, entre gemidos de placer que cada vez llenaban más y más la habitación, sentía como de mi interior salía un chorro de semen que la llenaba como a más no poder, en este momento ya la música que sonaba había desaparecido ...