Mi vecino me visita inesperadamente - Relatos Eróticos

Mi vecino me visita inesperadamente

... nalgas y tomo una de ellas y me la apreto, para darme despues una nalgada. baje una de mis manos y tome su ereccion, sorprendiendome de lo grande y dura que la tenia. por espacio de unos minutos, estubimos besandonos y tocandonos nuestros cuerpos. Batallando logre abrir su cierre y sacar su pene de su encierro, lo que vi me maravillo y me exito mucho, su pene erecto era grande, recto, cabezon y duro, muy duro. Encuclillandome llegue hasta su pene y lo lleve a mi boca, pasando la lengua por su glande y metiendome todo lo que cabia en mi boca, para volver a chupar su cabeza, y luego lamer todo el tronco, casi inmediatamente senti el sabor salobre de su lechita que escurria discretamente y la cual no desperdiciaba. lo lleve a la cama y lo acoste boca arriba y le mame el pito como quise y el tiempo que quise, hasta que el jugando uno de sus dedos en mi hoyito me pidio me volteara, al hacerlo senti su lengua en mi ano y como me mojaba con su saliba las nalgas. Me introdujo el pene despacio, poco a poco, mientras me besaba la nuca, ...

... hasta que la tube toda adentro de m cuerpo y empezo el vaiven del pene dentro de mi despacio a momentos y fuerte en otros, me cambio de la poscicion de perrito y me puso de costado levantando una de mis piernas mientras volvia a penetrarme, metiendomela hasta adentro y sacandola totalmente una y otra vez. Levanto mi otra pierna quedando ambas sobre sus hombros siguiendo el mete saca, y al mismo tiempo sus manos se posaron en mi busto, dandole duro a la cadera sintiendo sus bolas rebotar en mis nalgas, hasta que de repente me la metio toda y por sus ruidos guturales percibi que estaba eyaculando, para quedar sobre de mi por unos minutos besando mi cuello y acariciandome sin sacarme la verga de dentro de mi. Cuando al fin se separo de mi, me meti al baño a asearme, al salir encontre la puerta de la calle emtreabierta y ni rastros de mi galan, temiendo lo peor, busque mi cartera y la encontre intacta, asi como todo lo de valor que tenia. Puse el candado a la puerta y me acoste placidamente, esperando pronto volviera mi nuevo amante.