Entrada inocente en el armario.
Fecha: 29/01/2019,
Categorías:
Primera Vez
Gays
Autor: sweetchaser, Fuente: xHamster
Era mi tercer cambio de escuela. Con las chicas no me llevaba mal, pero trataba, lo justo. No era él chaval más popular. Introvertido, y de hecho pasaba desapercibido, para la mayoría.Aunque a veces, no era así para algún típico matón repetidor, Mi timidez, y aspecto aniñado, me lo ponían difícil cursando octavo.Había también un repetidor, que pasaba olímpicamente, de compañeros y profesores,ese era Juanjo, un chico, grandote de veinte años, pero que aparentaba veinticinco, destacaba entre los demás alumnos. Algunos no se le acercaban, por miedo, otros por tener algún lapsus en su forma de hablar.Yo creo que estaba asqueado de todos, pero no le permitían irse del colegio. Desde que llegue, había notado algún paralelismo entre él y yo, por esa faceta, retraída.Me transmitía confianza, a pesar de su carácter cerrado. En clase, le había prestado muchas veces gomas, hojas, etc... pero, nunca me dio las gracias.En el recreo, lo observaba de lejos, irse a unos bancos, que estaban orientados a la calle. Se sentaba, y pasaba la media hora hasta volver a entrar.Otro día, lo seguí. Era una zona algo escondida, donde ya no se acercaban muchos chicos, y más desde que él, la frecuentaba. Al acercarme a su banco, me percaté, que encendía un cigarro. Cuando pudo verme de refilón, se giro hacia mí, y me preguntósobresaltado, que, qué hacía allí. Le solté la excusa, de que no me caían bien, mis otros compañeros, y simplemente, me quería alejar de ellos. Sin hacerme mucho caso, me preguntó, ...
... si le iba a contar a algún profesor, que le había visto fumando. Después me dijo que si lo contaba, no le importaría.Le pedí, una calada, y respondió, que yo no tenia edad, y que no daba nada gratis. Le ofrecí lo único, que yo tenía en ese momento, que era comida. Él aceptó el trueque. Merecía la pena, joderse un poco los pulmones, para intentar conocerle, algo mejor.Varios días después, se reestructuró la clase. Ahora, me sentaría detrás, todo lo que quedara de trimestre, y Juanjo fue elegido, mi compañero.Habían seguido el criterio, de separar, a los más parlanchines. Eso no cambió nada nuestro trato, el cual era en el recreo, podía acompañarle, solo dos veces a la semana, si repartía la mitad del bocadillo. En clase, no me dirigía apenas la palabra.Pero notaba que pasando las semanas, eso iba cambiando. Y durante las clases, se comunicaba con migo, con codazos amistosos.Un día, en el patio, llegó a agarrarme del cuello, con su brazo flexionado, y con los nudillos de la otra mano, los frotó en mi cabeza. La clásica llave de colega, pero a mí me hizo sentir, algo más.A mitad de la ultima hora, sacó un carpesano que en lugar de apuntes, estaba lleno de revistas porno, que el mismo compraba sin ningún pudor, al kiosco de enfrente del colegio. Sonreía, al verme algo avergonzado y preocupado, por si nos fuesen a pillar.Juanjo, continuó ojeándola y tocándose a la vez debajo del jersey, ya se empezaba, a abultar su bragueta. Enseguida, me susurró, preguntándome si yo no lo hacía ...