1. Marta descurbre su lujuria con un pastor


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Infidelidad Hetero Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... prendas en la mano. Al llegar, no lo vio junto al manantial y se puso a lavarse. Al terminar, oyó ruido de chapoteo un poco más lejos, viendo al acercarse que en un recodo, tras unas rocas, estaba Santi bañándose en una pequeña poza que se había generado por la caída del agua en un desnivel del terreno. Estaba agitándose dentro del agua por lo fría que estaba. Ella se echó a reír al verlo y él se dio cuenta de que estaba allí. -¿Quieres bañarte conmigo? -Está helada. -Yo te calentaré. -Ja, ja, ja. Me gustaría ver cómo lo haces. -Acércate y ponte agachada junto a la orilla con las piernas abiertas. Ella, riendo, se aproximó y se puso en cuclillas como le había pedido. Él la cogió de la mano y la hizo caer al agua, sobre él. El sitio era pequeño y no cabían bien. Ella gritó entre risas. -AAAAAAHHH está muy fría. Desnuda como estaba, clavaba sus pezones, duros por el frío, en el pecho de Santi que, ya acostumbrado al agua, no notaba la temperatura, e hicieron que se le pusiese dura al momento, aunque no tanto como era habitual. La mano de él fue directa al culo, donde empezó a masajear glúteos y ano. La punta de su polla sobresalía de entre las piernas de ella, totalmente pegada a su raja. Ella comenzó un movimiento de cintura para subir y bajar el culo, frotándose contra la barra de carne que rozaba su clítoris. -MMMMMMM ¡Cómo me calientas! Te voy a dejar totalmente seco. -Lo estoy deseando. También tú me excitas. Quiero pasar el día follando contigo. Ella levantó el culo ...
    ... lo suficiente para que la punta quedase en su entrada y fue metiéndosela poco a poco hasta que le entró entera. -Uffff, cómo me llena. –Dijo mientras se acostumbraba al tamaño. El siguió acariciando e intentando meter el dedo en su culo. -Sí, sigue acariciando mi ano. Eso me pone a cien. Al mismo tiempo movía el culo arriba y atrás para volver abajo y adelante frotándose bien contra la polla. -MMMMMMM ¡Qué gusto! Me voy a correr en cualquier momento. -Y yo también estoy apunto Ella aceleró los movimientos. Él sentía la presión sobre su polla, el roce contra el coño de ella y el roce forzado contra la entrada y el fondo. A ella también le hacían efecto estos movimientos. Un roce constante contra su clítoris, al tiempo que la punta rozaba con fuerza el suelo de su vagina y la entrada, gracias a lo bien que se doblaba. Marta pronto estalló en un orgasmo que anunció con fuertes gemidos y gritos que llevaron a Santi al punto de placer sin retorno. -MMMMMMMMMM. AAAAAAAHHHHHHH ¡Me corro! ¡Sigue con tu dedo en mi culo! -Siii, AAAAAAAHHHHH. Yo también me corrooooo. –Dijo Santi incorporándose para presionarla contra él con una mano en la espalda y otra en el culo que la obligaba a clavarse más profundo, mientras movía sus caderas con un temblor compulsivo para frotar más su clítoris contra él. Cuando Santi se recuperó, sin haberla sacado siquiera, salió con ella en brazos y se recostaron sobre la hierba para secarse con los primeros rayos del sol que ya había salido. Una vez limpios, ...
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