1. Marta descurbre su lujuria con un pastor


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Infidelidad Hetero Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... alimentación, ya que, al no tener refrigerador, no podía conservar alimentos y todo eran latas o legumbres. Solamente variaba su alimentación cuando le traían la comida y cuando cazaba algo. Tuvo suerte y consiguió un conejo no muy grande, pero que valdría para los tres. Lo despellejó, abrió y limpió, dejándolo al aire sujeto y abierto con unas ramitas. Lo llevó al campamento y se dedicó a encender fuego para asarlo y preparar un puchero con algo de legumbre. Pasado el mediodía, comieron los tres juntos con apetito, y después dijo Santi: -Voy a mover las ovejas a otros pastos y cuando vuelva tengo que ordeñar las cabras, que tenía que haberlo hecho esta mañana. Estaré ocupado hasta tarde. -Me gustaría ver cómo se ordeña. ¿Podré verlo? –Dijo Marta. -Claro que sí. Ya te avisaré. -¿Y me dejarás ordeñar a mí? -También, no te preocupes. Cuando estuvo preparado, la llamó y la llevó junto a unos árboles, donde había atado a las cabras, procurando que no estuviesen a la vista del herido. Tenía preparado un tronco de árbol donde se sentaba siempre con las piernas dobladas, solo que ahora lo hizo con ellas estiradas. -Primero prepárame la herramienta. –Dijo sacándose la polla y dirigiendo su cabeza hacia ella.- Y ensalívala bien que luego es toda para ti. Cuando la tuvo bien mojada, la hizo quitarse el pantaloncito, sentarse en sus piernas abriendo bien las suyas y metérsela por el coño. Le puso una de las cabras delante y le enseñó a poner los dedos sujetando la parte superior de la ...
    ... teta entre el pulgar y el borde de la mano y apretar con el resto de los dedos sucesivamente para sacar la leche. Una vez que ella pudo hacerlo sola, él se dedicó a acariciar su clítoris. Ella presionaba con los músculos de la pelvis la polla y hacía ligeros movimientos que llevaban a la gloria a Santi. Ella también sentía espasmos de placer, que le impedían hacer un buen ordeño. De vez en cuando ella se paraba para disfrutar mejor, pero también lo hacía Santi, por lo que estaba obligada a seguir ordeñando para poder disfrutar. Después de un buen rato y tres cabras, Santi anunció su corrida. -Me voy a correr. Me voy a correeer. Ella aceleró los movimientos, dejando el ordeño y presionando más la polla contra su coño. Él se corrió dentro, pero no la sacó, y la obligó a seguir ordeñando. No tardó mucho ella en alcanzar su placer, que quedó algo disminuido al presionar demasiado la ubre de la cabra y haciéndole daño, por lo que hizo un movimiento brusco haciendo saltar una buena cantidad de leche sobre ellos y asustándose Marta con todo ello. Tras esto terminaron el ordeño de las cabras y volvieron al campamento, donde Santi sacó algunos recipientes, encendió nuevamente fuego, calentó la leche, añadió cuajo y dejó todo preparado para elaborar queso, a lo que le ayudó ella entusiasmada. Luego cenaron las sobras de la comida y algo de leche y cuando recogieron todo, se fueron a dormir. Santi y Marta a un lado y el herido en la otra. Ya acostados, desnudos ambos, Santi, a la espalda ...