El restaurante del Sr. Leo
Fecha: 30/01/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que era el único que aun no había tenido gratificación y le dije al oído que ahora se iba enterar, entramos Mari y yo en el agua he hicimos que se sentaran todos los hombres en el borde y empezamos a devorar a dúo el enorme cipote de Fabián, él nos lo agradeció, cuando ya la tubo erecta pasamos al que estaba a su derecha, Fabián se introdujo en el agua y empezó a sobarme el trasero y procurando que su rabo jugase con la entrada de mi vagina, poco a poco la fue clavando dentro de mi cavidad, no tardo en sacármela y metiendola enseguida en el coño de Mari, mientras nosotras íbamos poniendo una a una todas las pollas otra vez erectas. Por turnos fueron entrando de a dos en la piscina y fuimos sometidas por todos los penes. Quisieron innovar, así como el jacuzzi no cubría se sentó uno de los hombres en el fondo dejando su espalda apoyada en el borde, Mari se introdujo el pene en su vagina dejando al descubierto su respingón trasero cuando otro comenzó a introducir un dedo por el ano, yo que nunca lo había probado me asusto pero como vi la cara de placer de Mari no lo dude y cogí Fabián, le hice sentarse dentro del agua, me clave encima de él mientras el Sr. Leo se ocupo de introducirme el dedo en mi ano, al principio me molesto pero fue Fabián quien me dijo que me relajara mientras me mordisqueaba la oreja. Ya comenzó a dilatarse el orificio del culo cuando otro introdujo otro dedo, así que ya eran dos mientras seguía galopando aquella enorme herramienta que tanto placer me ...
... estaba dando. Ya no aguantaba más aquella posición así que me levante, me di media vuelta y me propuse meterme por el culo la polla de Fabián, baje poco a poco hasta colocar la punta del cipote en la entrada del ano, mientras mi marido estaba dentro del agua enculando a Mari que comía la polla a otro que estaba sentado en el borde. No lo dude y aunque me molestaba fue Fabián el que dio el último empujón. Me parecía que me iba a partir en dos pero fui cogiendo el ritmo con la ayuda de aquel negro que me agarraba de la cintura. Fueron cinco minutos los que aguanto hasta que se corrió pero yo me corrí varias veces. Los hombres querían mas guerra y yo no quería perderme aquella ocasión, vino otro y me puso a cuatro patas clavándomela por el coño mientras otro jugaba a hacer olas dándome cachetes en las tetas. A Mari la tenían fuera del agua, mientras uno estaba echado boca arriba encima de un banco ella estaba encima de él y otro la estaba enculando haciendo un emparedado entre los dos mientras la boca de ella jugueteaba con otro pene. Era violento pero a la vez muy sexual y yo no me resistí a probar el sándwich, así que propuse a uno de los que estaba libre que se echara en el borde de la piscina y yo me senté encima de él abriendo mi trasero mientras otro de pie dentro del agua procuraba hacerse sitio dentro de mi culo y no tardamos los tres en corrernos. Pasaron las horas haciendo infinitas posturas en grupo y así acabamos todos extenuados. El Sr. Leo consiguió sus propósitos y ...