Un trans me enseñó el verdadero placer (Parte III y final) - Relatos Eróticos

Un trans me enseñó el verdadero placer (Parte III y final)

... extraña. Yo me abría las nalgas con una mano, mientras me seguía masturbando con otra. - Tranquilo papi, te gustará -, esa no era la voz de mi chica. Sin darme cuenta, se habían rotado y ahora la amiga estaba mamándole la polla a mi chica mientras le acariciaba esos senos de diosa, y el chico estaba comenzando a perforarme el culo son su pene. Yo estaba muy excitado y no quise parar, eché mi culo hacia atrás y pude sentir ese pedazo de carne dentro de mí hasta el fondo cuando sus bolas chocaron con las mías. Sentí dolor, pero traté de no pensar en eso. - Dame duro por favor -, le dije mientras comenzaba a gemir y mover mis caderas de adelante hacia atrás. No tardé ni 10 minutos en correrme, no solo mi pene echaba leche por chorros, sino que mi culo palpitaba de placer. El chico gemía y yo no quería que se saliera, pero sacó su pene y fue directo a las tetas de su novia, para bañarle la cara con la leche cosechada por mi culo. Yo quería más, así que fui directo a donde mi chica, la senté en un sanitario y me clavé su polla en mi culo, era una sensación de lo más placentera llevar el control de cada penetración y sentir cada centímetro de carne entrar en mí. ...

... Además, podía sentir esos pezones duros rozar mi espalda y los besos de mi chica en mi cuello. La amiga vio que la estábamos pasando de lo mejor, se subió sobre la poceta y puso su clítoris a la altura de mi boca. Mientras cabalgaba aquella polla, me comía esa concha rosadita y lampiña, parecía que esa sesión de sexo nunca iba a acabar. Después de ese oral, se bajó de la poceta y de espaldas se sentó sobre mi pene. Mientras me cojían, yo también la penetraba. Al ver ese trío de pollas y penetración, el amigo de mi novia llegó al sanitario y comenzó a masturbarse frente a nosotros. La chica se bajó de mi pene y comenzó a mamarselo, mientras yo hice lo mismo con mi chica. Era primera vez que le hacía un oral a un pene, pero estaba extasiado sintiendo el sabor de mi culo allí y además ver como se acariciaba sus tetas. Luego de unos minutos, mi chica y su amigo acabaron llenando todo el sanitario de semen. Quedamos extasiados, besándonos y acariciándonos. Aturdidos tratamos de vestirnos y salimos por la puerta de atrás. Esa noche fue el comienzo de una relación que continuó con más placer, más sexo anal y mi entrada a una vida que nunca esperé que sería tan placentera.