1. La realidad (2)


    Fecha: 01/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Lucii, Fuente: CuentoRelatos

    ... Enrique comenzó a subir y bajar lentamente por la raja mojadita hundiéndolo por entre ella para sentir mi clítoris sobre su dedo. Uuuuuyyy que rico se sentía, pero tenía que disimular que lo que sentía era la rasuradora raspándome los muslos, y solté un gemido que mi prima y su supuesto su novio se dieron cuenta, pero no dijeron nada. Luego Enrique con un dedo sobre mi chocho y con otro dedo entre mis pantis levantó el filo para poder meterme otro dedo y rosándome los pelos vaginales me entró una electricidad que corrió por todo mi cuerpo, casi me vine en ese instante, pero abrí mas mis piernas permitiéndole que metiera el dedo bien adentro del rotito húmedo y mojadito, lo cual hizo de inmediato. Comenzó un rodeo dentro del hoyito mientras con tres de sus dedos rosaba mis labios vaginales haciéndome sufrir porque me cogiera esa misma tarde. No pude resistir más y sacudiendo las piernas lo obligué a que sacara sus dedos de adentro de mis pantis, chocho, y labios vaginales. Salí corriendo hacia la ducha, y desnudándome completamente no pude resistir mientras el agua caía sobre mi cuerpo, me masturbé dos, tres hasta creo que cuatro veces, estuve par de horas en la ducha, y cuando terminé en un orgasmo inmenso pensando que era mi hermanito quien me masturbaba, salí enrollada en una toalla, miré hacia donde estaba la visita pero ya se habían marchado, mi hermanito estaba de nuevo sentado en la misma esquina con su mano entre sus piernas aguantando una tremenda erección que lo ...
    ... tenía loco por mí. Sonreí y le dije: "Enrique chulo, ahora te toca a ti entrar al baño y darte una ducha fría". Me miró de arriba a abajo y antes que entrara dejé mis pantis sobre la tapa del inodoro para que tuviera el uso de ellas mientras sé que se masturbaría pensando en mí. Al rato salió, me encontraba mirando por la ventana todavía en la toalla, me había solo puesto unas pantis rojas que se hundían entre mis nalgas, mire hacia atrás y ahí parado frente a la puerta del cuarto de mi hija se encontraba mi hermanito mirándome y mordiéndose los labios. Lo invito a la ventana para hablar de lo sucedido, pero como solo llevaba puesto un bóxer con abertura en la bragueta quise ver si lo que había sucedido entre nosotros unas horas antes era en serio, metí mi mano entre la abertura atrapando un pene endurecido, gordo, largo, como por lo menos de 8 pulgadas y media me puse contenta al tener ese pingon en mi mano, comencé a frotárselo de arriba abajo, por varios minutos juguetee con la cabeza sintiendo como un líquido resbaloso salía por el ojito de ese buen pingon que tiene mi hermano Enrique. Él dio un salto y cayó de espaldas sobre la cama de la nena, ahí volteé a mirarlo fijándome que su pingota se había salido de su escondite, e inmediatamente caí de rodillas frente a él, agarré su pingota y mirándolo a los ojos mientras se aguantaba con sus codos hacia arriba en la cama, mirándome le dije: “este será el favor que te debo por la primera vez, que me chupaste las tetas y los ...