La historia de Dina - parte IV (Penultimo)
Fecha: 03/02/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Sandox, Fuente: SexoSinTabues
... él parado cargándome de frente, y parecía no terminar nunca, la verdad que terminé todo adolorida. - Dime la verdad, ¿te gusto cuando te lo hacía?, ¿te llegaste a venir?. - La verdad sí, me vine hasta dos veces - Jajaja, ahora no sólo eres prosti, sino eres una cerda putita. Sólo me miraba avergonzada. - ¿Te gusta el sexo no?, la verdad - Si me gusta- su mirada lasciva decía todo - ¿Y has engañado a tu esposo alguna vez? - Sólo contigo, no le había engañado antes - ¿Y cómo te aguantabas tus ganas si tu esposo no te daba como debe ser? - Me aguantaba pe, que voy a hacer - Ah bandida, seguro que usabas tus dedos para darte gusto. - ¿Cómo sabes?, ¿me has visto?, jajajaja - No pero ya puedo imaginarme, ahora vas a tener verga hasta cansarte - Antes yo no era así, es que tú me estás poniendo así. - Bueno, ahora fue tu inauguración, mañana seguro te llaman Así empezó Dina en su nuevo oficio, al día siguiente atendió a 2 y uno de ellos le dio por el culo, el siguiente fin de semana hizo con 5, el cual ya era suficiente para su semana, algunos días particulares atendía después de las 9 de la noche en lugares cercanos, fue aumentando sus ingresos y se sentía feliz. Fueron algunos meses que vivimos en esa situación, cuando salía a trabajar yo me quedaba con la niña, hasta que una noche llegó histérica, con raspones en la cara y magulladuras en el cuerpo, entró llorando a mi cuarto. - Ya no, no ...
... salgo más,... no salgo más... - No lograba articular más palabras - ¿Qué pasó?, ..... Resulta que un cliente tomó sus servicios, quedaron en encontrarse en un lugar, la recogió con carro y dijo que irían a un hotel cercano, pero cada vez se iba alejando y entró por una zona despoblada, al principio ella preguntó por qué se desviaba, dijo que conocía un buen hotel, ella alarmada empezó a reclamar y él sacó un pistola. - Dame toda la plata, o te mueres... Ella tanteó la puerta y al ver que se abría se aventó sin pensar en las consecuencias, al caer fue arrastrado por la inercia pero pudo sentarse y estaba lúcida, por lo que empezó a pedir auxilio a gritos, de las pocas casa que había en los alrededores empezaron a salir la gente y el carro se fue huyendo, a ella le ayudaron varios vecinos y le acompañaron hasta tomar un taxi. Ya más calmados hablamos sobre el tema y estuvimos de acuerdo que era muy peligroso continuar de la misma forma. No volvió a salir, ya habíamos estado planeando para alquilar un departamento en otra zona y trasladarnos, luego de pensarlo bastante le planteé que una forma seguro de que siga trabajando sería en uno de los prostíbulos formales que hay en Lima, pensamos en la Nené y el Trocadero, luego de mucho pensar y hacer algunas averiguaciones decidimos por el trocadero, pero antes de empezar decidimos también trasladarnos de casa hacia Pueblo Libre. Continuará...