Un Maduro Mecánico
Fecha: 22/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: micboc, Fuente: xHamster
... manos y mi culo. Vi su polla que aún goteaba liquido, ya se había quedado flácida pero me pareció más apetecible, así que me ofrecí a limpiársela. Mi boca y mi lengua saborearon de nuevo aquel regalo, el sabor del semen liquido me gustaba. . .Nos sentamos en la mesa, Bartolo sudaba como un condenado y se limpiaba el sudor de la frente con un trapo. Durante más de media hora nos dedicamos a hablar, hacernos caricias y conocer mejor nuestros cuerpos. Sé que ya he hablado maravillas de su cuerpo pero no puedo evitar volver a recordarlo allí, con su cuerpo peludito, el pelo desenmarañado del sudor y su polla que ahora era diminuta y casi no se veía entre aquellos hermosos huevos. Me contó como había disfrutado, me preguntó si me había gustado y yo, ya totalmente tranquilo y confiado, le respondí que era la primera vez, pero no creía tenerlas mejor: Estaba muy contento.Allí nos hubiéramos quedado horas, pero la hora de la comida ya había llegado y ambos teníamos que volver a nuestras casas. Me lancé y pedí a Bartolo que me dejara ayudarlo a vestirse, cogí sus calzoncillos que estaban muy mojados del sudor y antes de ponérselos me los restregué por todo el cuerpo, por mi cara. Mientras le ponía la camisa le acaricié el pecho, los pelos suavemente. , le masajeé las tetillas. El se dejaba hacer y antes de salir volvió a besarme la boca durante un rato, acariciándome el trasero. . .Cerró el taller y nos montamos en su coche, me llevaba de vuelta a casa. Habíamos iniciado una ...
... conversación sobre la homosexualidad y él me contó como sabia que lo era desde los 17 años, en la mili estuvo tres meses follando con el cocinero de la cantina, un hombre que estaba gordísimo y al que tenía que acostar para chuparle la polla. En el taller, su único consuelo era hacerse pajas en su despacho cuando sus dos jóvenes ayudantes le ponían. La conversación volvió a excitarme, así que a medio camino le bajé la bragueta y comencé otra paja, Bartolo llevaba su mano a mi pene cada vez que cambiaba las marchas. Le dije que me habían entrado unas ganas locas de comer polla otra vez y comencé a desabrocharle. "Jose, déjame que yo necesito descansar, no puedo follar otra vez y menos conduciendo". Pero no le hice caso, me incliné sobre su polla, le saqué los huevos fuera del pantalón y empecé a comérmelos. Bartolo no podía conducir bien así, y como vio que yo no paraba, salió de la autoría por la primera salida. Me di cuenta cuando paró el coche, que lo había hecho en un área de descanso con muchos árboles y que estaba vacía. Me hizo parar para bajarse los pantalones hasta el suelo y retirar atrás el respaldo de su asiento, yo hice lo mismo y seguí comiéndole polla y huevos, El olor a sudor era ya muy fuerte, y después de un rato, Bartolo me pidió que parara. "No se me va a empinar, pero déjame que te lo haga yo un poco a ti. " Y entonces fue él el que se inclinó sobre mi polla y comenzó a chuparme solo el glande mientras masajeaba el resto. Su lengua hicieron con mi pene los mismos ...