amigas que se vuelven sumisas - Relatos Eróticos

amigas que se vuelven sumisas

unas colegialas que se vuelven sumisas por deseo Salimos del internado y fuimos a la biblioteca de este con mi amiga de la infancia, Daniela una chica un poco más baja que yo de colorín por sus padres que vinieron de Europa, de tez blanca acompañado de unas pecas en la cara y el pecho, unos ojos rojos de una poco común genética, un trasero parado y unos pechos moderados, llevaba el uniforme del internado un jumper hasta la mitad del muslo, una blusa blanca y la corbata, hacía calor por lo que tenía la blusa arremangada, era así como se veía siempre con muchos chicos detrás de ella buscando su amor, algo imposible ya que ella es fría, la única razón que está conmigo es porque la ayude en ese momento de la infancia cuando teníamos 7 años, yo podía hablar inglés y español ya que mi mamá y mi hermana me hablan en los dos idiomas, yo al estar sin amigos ni amigas me acerque para hablarle y al oír que ella respondía en inglés, yo le respondí igual, su sonrisa en ese momento fue hermosa, desde ese momento ella no se despegó más de mí, yo era una chica o eso es lo que aparentaba ya que yo tenía un pene, me empezaron a cambiar cuando yo tenía unos 2 años cuando mi padre dejo a mi mamá, aros, ropa de mujer, ropa interior, hormonas, pero a pesar de que no fue con mi consentimiento lo que hizo mi madre creo que me gusta más que si sería un hombre. Daniela y yo nos comprendíamos tenemos 18 años y ya nos hemos visto desnudas, también nos hemos masturbado juntas, nos hemos besado y ...

... compartido nuestras fantasías. Nuestra fantasía que queremos lograr es tener un amo para las dos, nuestro amo debe querernos por igual y ser mayor a nosotras, puede ser hombre o mujer. Estábamos en la biblioteca charlando cuando la bibliotecaria se paró y dijo que saldría a buscar algo y como éramos los únicos ahí pidió si podíamos cuidar la biblioteca por unos minutos, la puerta se cerró y Daniela hablo. - ¿lo hacemos? - ¿Qué quieres hacer? -quiero chupar tu pene - ¿y si viene? Sin escucharme se puso debajo de la mesa donde estábamos, abrió mis piernas y aparto la tanga que llevaba, y metió mi pene en su boca. -Daniela, ah, deja, nos van a descubrir -shhh, perrita o nos van a escuchar de afuera, además hoy estas usando la tanga roja que te regale. -es que era la única, ah -un efecto de las hormonas que tomo son una sensibilidad mayor en mi cuerpo. -veamos tu agujero, oh llevas el plug, muy bien-me tire al piso alfombrado para que yo también chupar su sexo. -tú también llevas tu plug, además de una tanga morada, que tal si sacamos el plug- al sacarlo su ano quedo abierto, metí mi lengua, intentando tocar sus paredes con mi lengua, de repente ella ya deja de chupar y se sienta en mi cara moviendo su trasero como si la estuvieran cogiendo, eso significaba que se venía. -me vengo, me vengo, AAAH Se abrió la puerta, era la bibliotecaria, nos quedamos inmóviles, teníamos miedo, la bibliotecaria se giró y cerró la puerta con llave, se acercó a nosotras, ella de nombre Sandra era una mujer ...