Mi vecino y amante de cabecera
Fecha: 05/02/2019,
Categorías:
Confesiones
Voyerismo
Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos
Experiencias de una amiguita que comparte conmigo mientras hacemos el amor y que no le molesta que yo comparta con ustedes: El ganon fue primero un chico que fue mi novio durante un breve tiempo pero quien me profesionalizo en el mundo del placer fue mi vecino y amante de cabecera durante cinco largos e intensos años, Álvaro. Álvaro era un chico mayor que yo por tres o cuatro años. De muy chica un día me rompió el corazón y nunca se lo perdone. Un día cualquiera unos años después, con mi cuerpo ya empezado a desarrollarse y a atraer la atención de los hombres, se me unió "casualmente" en una carrera matinal de un sábado por la madrugada. Después de correr juntos por un rato me propuso ser su amante, así, a bocajarro, no su novia sino su amante. La proposición primero me sorprendió pero también me atrajo por su tufo eminentemente sexual, de hecho me mojó de inmediato. Obviamente le dije que sí. Era justo lo que necesitaba en ese momento de mi vida; un cogedor que viviera al lado de mi casa que me llenara de placer cada que quisiera. Y así sucedió. Me hundí en una vorágine sexual de la cual ya nunca salí. El placer se me hizo vicio y el vicio costumbre. Mis papás ni idea de que su "chiquita" hija modelo y orgullo familiar era una viciosa del sexo nada más y nada menos que con el inútil del vecino. Y si, era un inútil, pero me cogía como un dios. Como suele suceder en esos casos mi inmersión en el sexo fue intensa y casi compulsiva. Dejé las carreras matinales familiares para ...
... quedarme en casa sola y abrirle la puerta del placer a mi vecino, quien, apenas veía por la ventana que ya todos habían salido de mi casa y que estaba yo sola, se escabullía y apenas le abría la puerta se me lanzaba encima a besarme y desnudarme para cogerme tirados en el suelo ya fuera en la entrada, las escaleras, la sala o el patio, aunque su lugar preferido para poseerme era la cama de mis padres, donde no dejaba de decirme "te estoy cogiendo, te estoy cogiendo, te estoy cogiendo en la cama donde te hicieron chiquita". Bien pronto no nos conformamos con coger sábados y domingos sino que la cosa se expandió a cada día de la semana. Si no había ocasión incluso me ofrecía con mi madre a ir a la tienda a comprar cualquier cosa y previo acuerdo con Álvaro, quien ya me esperaba desnudo en su casa, antes de ir a la tienda me escabullía a su casa a ser penetrada y gozada en las posiciones más extrañas que se nos ocurrían. Siendo su hermana mi mejor amiga, eso facilitaba las cosas. Cuando salíamos de fiesta ella se ofrecía a cuidarme bien con mis padres pero lo que en realidad pasaba es que más bien me entregaba a su hermano, Álvaro, quien siempre encontraba el lugar escondido perfecto para cogerme a mitad de la fiesta. Un día, incluso, de regreso de una fiesta estando todos borrachos, en el asiento trasero íbamos la hermana de Álvaro y su ligue ocasional y Álvaro y yo, a las dos nos iban metiendo mano ante las miradas atónitas de reojo de quienes iban adelante, quienes no dejaban ...