Relato 1. MI PRIMERA VEZ (INCESTO TRAVESTI) - Relatos Eróticos

Relato 1. MI PRIMERA VEZ (INCESTO TRAVESTI)

Como siendo un chico travesti soy feminizado por mi tío politico Mi nombre como mujer es María Fernanda así me bautizaron la noche que me volvieron una mujercita, mi apellido original es Alavés. Soy de México específicamente de una parte costera de Oaxaca pero actualmente vivo en el centro. No soy muy alta mido alrededor de 1.60 m ya exagerado, tengo piel blanquita, morena clara podría ser, un culito pequeño pero formadito, según me dicen. Desde la primer vez que me vestí de mujer me dijeron que parecía una niña, incluso ya antes me lo habían dicho, eso me costaba burlas en la escuela primaria, pero no eran diario. La realidad es que soy bisexual, desde niño/a me gustaban las niñas y jugaba como un niño, brincaba, me caía, peleaba todo era normal, también sentía mucha atracción hacia las mujeres, me gustaba todo de ellas, pero en un tiempo también me di cuenta que sentía envidia de ellas, quería sentir como seria la sensación de usar unas pantis, una falda y sentir el aire bajo de esta, hacerme una coleta, usar blusas.... no se, era algo extraño pensaba en ese tiempo. Mi primer vez que me coloque prendas de mujer fue a los 8 años, estas eran de mi madre. Mis padres casi no estaban en casa, el trabajo de mi padre era por lo regular salir, su compañía donde trabajaba lo mandaba a dar capacitaciones o a veces el recibía capacitaciones, así que seguido salía. Y mi madre comenzaba a laborar en un restaurant, siempre entraba a las 10 de la mañana y salía a las 6 de la tarde, ...

... llagaba a casa como a las 7pm. yo salía de la escuela a las 12 tenia 8 años, y regresaba solo de la primaria, siempre caminaba como siete cuadras por una calle muy transitada. Fue un día en el que hacia demasiado calor, regrese de la escuela como siempre, me quite la ropa tenia que cambiarme el uniforma, entonces me puse un short y una camisa, andaba descalzo y comencé a arreglar mi cuarto, después pase al de mis padres y ahí en un buro estaba un brassier blanco, casi con miedo lo tome, sentí su textura, era suave al tacto y en las copas era esponjoso, lo pensé por un rato y después me lo puse, la sensación fue increíble sentía los tirantes en los hombros y cuando me movía sentía como rosaba en mis pezones. No lo pude resistir y abrí el armario de mi madre y busque unas pantis, me las puse ¡fue genial la sensación en mi entre pierna! Y en mi culito lo suave de la tela simplemente me atrapo desde ese día. Desde entonces siempre que regresaba de clases cumplía la misma rutina, ya ni me quedaba a jugar con mis amigos, todos los días estaba ansiosa a que las clases terminaran para salir caminando lo mas rápido a casa y no perder ni un minuto el hecho de ser una mujercita mientras mi madre no regresaba. Había días en que mi padre no salía y regresaba temprano, esos días me enojaba por que no podía hacer nada. Pasaron algunos meses y ya no me limitaba solo a la ropa interior, como a mi madre le gustaba verse bien tenia ropa algo cachonda, entre de ello tenia ropa de encaje, tangas, ...