En su camión
Fecha: 06/02/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Confesiones
Autor: ClauMar, Fuente: CuentoRelatos
... camión estaba estacionado y Antonio me esperaba sobre la acera, el remis se alejó y yo fui caminando al encuentro con Toni (así es como empecé a llamarlo), esa caminata hacia él, me puso no se… algo nerviosa… excitada. Al llegar a su encuentro nos saludamos con un beso en la mejilla como de costumbre, y antes de subir al camión fuimos a desayunar Antonio tenía 43 años, buena presencia. 1,75 de altura, cabello corto entre castaño y cano, usaba anteojos tornasolados que le daban un toque intelectual, sus sienes y su delicada y arreglada barba candado están más pobladas de cabello cano, si bien no me gustan los hombres con barba, me encantaba verla en él, rostro agradable, llevaba puesta una camisa azul y un jean, era musculoso, y a medida que fui teniendo más trato con él muy agradable, dulce y atento en su manera de ser. Luego de desayunar, nos subimos al camión yo con su ayuda, me estremecí cuando su mano tomó contacto con mi cuerpo apoyando su mano suavemente entre mi cintura y mi cadera y partimos a entregar la mercadería hacia la ciudad de La Plata, que él ya había cargado muy temprano. Pusimos música, charlamos de todo un poco, fui conociendo sus gustos, él los míos y a medida que pasaba el tiempo me sentía cada vez más atraída por él. Me contó sobre sus viajes, los lugares que recorrió, los días que pasó en el camino… entonces fue cuando dijo que muchas veces durmió en él, pensé que lo hacía en los asientos del camión pero ahí supe que detrás corriendo una puerta había ...
... una cucheta con una cama, la corrí vi la cama pero también vi que de uno de los bordes asomaba muy poco una tanga roja… cerré y mientras continuaba nuestra charla, pensaba en lo que había visto. Y mis pensamientos me excitaron, pensé que me gustaría hacer el amor en un camión… y porque no en ese camión. Llegamos al lugar, mientras descargaban el camión fuimos a tomar algo, cuando bajé del camión sentí que muchos ojos de los estibadores se clavaban en mí, lo miré a Toni, le sonreí dulcemente, y cuando todos debían estar pensando que era la putita de turno, él dijo: T- Mientras descargan el camión voy con mi hija a tomar algo. Nos tomamos de la mano y dije C- Gracias, por decir que soy tu hija, sentí que antes de eso todos me estaban desnudando con la mirada, pensando que debía ser una puta. T- Si te miraron de esa manera y me molesto que pensasen eso de vos Charlábamos, y cada palabra, cada gesto, cada mirada suya me atraía más y más y empecé a coquetear con él, a veces sin querer y otras buscadas por mi nuestras manos se rozaban a veces sin querer y mi cuerpo vibraba, estaba dispuesta a seducirlo, me gustaba todo en él, por primera vez pasaba tanto tiempo con él y a solas y me gustaba su manera de ser… así que si se daban las circunstancias estaba muy dispuesta a tomar y a disfrutar lo que Laura había dejado. Cerca del mediodía partimos de regreso, yo estaba dispuesta a estar más tiempo con él así que recordé cuando me había comentado sobre un camino que llegaba al río, y que ...