Una tarde con Susanna (y III)
Fecha: 07/02/2019,
Categorías:
Anal
Primera Vez
Transexuales
Autor: bagheera_35, Fuente: xHamster
La ducha que nos tomamos Susanna y yo después de la mamada que le había hecho nos sentó de maravilla. Nos tomamos todo el tiempo del mundo bajo el agua caliente, aprovechando cada instante para abrazarnos, reírnos, besarnos, bromear… y tiempo que, por supuesto, me dediqué a acariciar cada milímetro de su perfecto cuerpo. No terminaba de creer que todo esto estuviera pasando.Terminamos de ducharnos, nos secamos, y nos dirigimos a su cuarto. Aún seguía la película de “El Tesoro de Sierra Madre” en la tele, ni nos acordábamos ya de que habíamos quedado para ver una película. Por los diálogos que escuché, el trágico final de la película estaba cerca:-Anda, nene, ponte cómodo en mi cuarto, que voy a ponerme algo.Susanna se fue, y me dejó allí tumbado en la cama, tapado tan solo por una toalla. Esos momentos de soledad los aproveché para recordar las intensas experiencias que había vivido esa misma tarde: los besos de Susanna, su polla contra la mía corriéndose a la vez, la sensación de su verga creciendo en mi boca, y sobre todo, el borbotón de su leche bajando por mi garganta. No pude evitarlo, bajo la toalla comenzaba a empalmarme de nuevo.Estaba tan absorto en mis vivencias que no me di cuenta que de Susanna estaba en la puerta, sonriendo con travesura, mientras se mordía con sensualidad el labio inferior. Me quedé sin habla, pues llevaba puesto un corsé de color rojo con encajes negros, combinado con un delicioso tanguita a juego, y unas medias negras con liguero que le ...
... quedaban de muerte:-¿No me vas a decir nada, guapo?- preguntó, al ver que era incapaz de articular palabra.Echó su cabeza hacia un lado, tan sugestiva, tan erótica… y avanzó unos pasos hacia la cama. Sus caderas se contoneaban lentamente, mientras ella tenía la mirada clavada en mí. Una vez a los pies de la cama, comenzó a recorrer con sus manos su cuerpo, mientras bailaba tímidamente, marcado todo con una respiración profunda. Ladeaba la cabeza con los ojos cerrados, sus dedos acariciaban sus labios, y los mordía lenta y sensualmente. Me estaba seduciendo, y lo estaba consiguiendo.Me levanté poco a poco de la cama, y me dirigí hacia ella, a abrazarla por la espalda, de forma que mis manos y las suyas podíamos recorrer lentamente su suave cuerpo. Le besaba suavemente el cuello, le susurraba al oído lo bella que estaba, y con la punta de mi lengua recorría la parte superior de su espalda. Su respiración era cada vez más intensa, y sólo podía decirme, entre susurros “¡Sigue, cariño, sigue!”.Me puse frente a ella, la cogí por la cintura y la miré fijamente a los ojos. Nos observamos el uno al otro durante varios minutos con una pasión ardiente. No habría más de 10 centímetros entre Susanna y yo. Pude sentir como respiraba, cómo olía, y lo que aquella mirada me estaba pidiendo una y otra vez, “Hazme tuya”.Poco a poco me fui acercando a su boca. Ella se percató, y comenzó a cerrar los ojos y a abrir tímidamente sus labios rosados. Fue un beso ligero, suave, rozando mis labios contra los ...