1. LA VERDADERA INICIACION.


    Fecha: 07/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Sexo Duro Autor: PAJILLEROFREACK, Fuente: xHamster

    Crecí en un tipico hogar de la década de los ochenta, con una rígida formación impartida por unos intraficables padres europeos inflexibles con las normas de la casa y en donde el sexo era mas que un tabú, su mención era casi pecado mortal.Mi adolecencia transcurrió como la de cualquier otro chico de mi edad entre deberes escolares, clases y una que otra fiesta y escapada con los amigos. Novias no muchas y de sexo no mas alla de algun magreo furtivo, acompañado de muchos besos, manoseos y toqueteos que indefectiblemente terminaban siempre en lo mismo: dolor de cojines y repetidas pajas en el baño de mi casa.Ya llegado a los 18 años, algunos horizontes se habían ido ampliando, pero el sexo pleno, aun no aparecía en mi vida.En mi casa, llevaba muchos años trabajando como señora de servicio una matrona dominicana a la que conocíamos como La Taty. Era una mujerona negra tan ancha como alta, con unas tetas inmensas y un culo no menos grande y que se bamboleaba y empinaba a cada paso que daba, estaba bien entrada en los 50 años. Ella era la que se encargaba de las cosas de la casa, entre esas cosas, mi hermano y yo.Ya para aquella época, habia comenzado yo a experimentar con el tabaco, claro en mi casa nadie sabia ni debían saber nada, ese era otro tabú, asi que por las noches me escabullía a la terraza de la casa a fumar uno o dos cigarrillos que durante el dia habia hurtado furtivamente a mi padre o a mi hermano. Para llegar a aquella terraza debía subirse por unas escaleras al ...
    ... fondo de la casa. Justo al lado de esas escaleras estaba la habitacion de La Taty.Aquella habitacion tenia un ventanuco muy elevado del suelo para ventilar el cuarto. Muchas veces, en esas noches de fumador novato habia reparado en el ventanuco o claraboya sin prestar mayor atencion ya que la luz de esa habitacion a esas horas de la noche siempre estaba apagada. Pero aquella noche no. La luz estaba encendida. Prendími cigarro y desde lo alto de la terraza fije mis ojos en la claraboya que esta vez estaba iluminada por la luz de adentro de la habitacion. Lo que vieron mis ojos me dejo petrificado. Alli estaba la Taty, inmensaechada en su cama, con los inmensos muslos muy abiertos y agarrando a manos llenas su entrepierna, frotando y frotando. Tambien pude ver un atisbo de aquellas inmensas y ffláccidas tetas negrisimad rematadas por unos inmensos pezones mas negros aun. Mi sentidos se concentraron todos instintivamente en la faena de la Taty y tambien instintivamente mi mano ssoltó el cigarrillo que se consumía sin darle una calada y se dirigió a mi bragueta, encontrando alli un guevo durísimo, enhiesto y grueso producto de una de las erecciones mas intensas que habia experimentado.La Taty mientras seguía frotándose el coño con locura y a veces su mano casi desaparecía dentro de aquel inmenso y viejo coño, mientras movía el abultado vientre arriba y abajo al encuentro de sus manos, hasta que de pronto su rollizo cuerpo fue presa de espasmos y sacudidas mientras dejaba escapar ...
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