1. Dos maduros para mi (1)


    Fecha: 07/02/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola me llamo Alberto, tengo cuarenta años, soy de complexión fuerte, últimamente he engordado un poco debido a que me encanta comer, mido 1,84 y peso 100 kilos. Tengo pareja desde hace 10 años, somos muy felices y disfrutamos del sexo de todas las maneras posibles. Ricardo que asi se llama mi pareja tiene 61 años, mide 1,65 y pesa 97 kilos, en fin un gordito en toda regla con una de las cabezas mas bonitas que he visto en mi vida, peludito y con una barriga, un culo y una polla memorables. Siempre que podemos intentamos acostarnos con mas gente, bien sean tríos, o grupos, siempre intentando disfrutar al máximo de cuerpos desnudos a nuestro alrededor, sentir bocas calientes, pollas jugosas y culos deseando recibir placer. La historia que os voy a contar empezó hace 4 años en Bilbao, yo estaba allí por trabajo, por la tarde tenía libre y me acerqué a la sauna para ver si me encontraba con algún vasco de esos que quitan el hipo. Llegué pronto a las 4 de la tarde estuve tomando un café y me metí en la sauna de vapor, la verdad había poca gente y no interesaban mucho el tipo de hombres que por allí circulaban. Decidí tumbarme en una cabina a fumar un cigarro y en eso ví pasar una auténtica belleza delante de mi cabina. Me levanté y fui a inspeccionar a semejante ejemplar. Estaba en la sala de vídeo con su paño tapando su secreto, pero lo que se veía era maravilloso, era un hombre de unos 57 años mas o menos de mi estatura y 120 kilos, estaba sentado con una barriga preciosa ...
    ... llena de pelos que la adornaban en toda su extensión, una cabeza redonda (me encantan las cabezas redondas) rapada y unas piernas como columnas perfectamente esculpidas. Me puse cerca y vi como se empezaba a tocar su paquete por encima del paño, aquello ya me empezó a excitar ya que no paraba de mirar la película porno que ponían en la televisón y a mi me miraba, estaba superconcentrado en jugar con su polla, como sería su polla? Me preguntaba. De repente giró y me miró, yo sentí estremecerme ya que su mirada estaba llea de lujuria, quería hacer lo mismo que estaba viendo en la película. Yo me dirigí hacía mi cuarto a ver si me seguía y cual fue mi sorpresa cuando me senté en el cuarto y le ví allí de frente a mí en la puerta, la visión era maravillosa, aquel pedazo de hombre mirándome con cara de vicio, mientras se tocaba su polla por encima del paño. Le hice entrar, lo cual hizo sin pensar, empezamos a besarnos, yo senti sus labios mojados de deseo empecé a meter mi lengua en su boca y sentí de repente una de las lenguas mas grandes que nunca antes había sentido, grande, húmeda, juguetona. Nuestras bocas estaban llenas de saliva y de lengua, yo empecé a sentir como mi polla empezaba a despuntar, estaba supercaliente deseaba comerme aquel pedazo de animal sudoroso. Dejo mi boca y siguió por mi cuello con aquella lengua poderosa, llenándome de saliva, parándose en mis pezones, los puchaba y comía con fruición, siguió por mi barriguita y llegó por fín a mi polla que estaba a punto ...
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