1. Mis comienzos


    Fecha: 08/02/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... puso y después de maquillarse, me empece a excitar, porque era para verla, con una falda super ajustada, una camisa semitransaparente muy sugerente... me quede con la boca abierta y ella aprovecho para darme un beso profundo al que respondi de inmediato y toda la ayuda que nos habiamos prestado mutuamente para vestirnos, la empleamos para volver a desnudarnos y echarnos en la cama. Llame a los amigos para que no nos esperaran, dije que no me encontraba bien y que me iba a quedar a ver una película, lo que no sabian es que iba a ser protagonista de una película porno. Fue la mejor noche de mi vida, volvimos a comernos enteros, desde la punta de los pies hasta la punta de los dedos de la mano, absolutamente todo el cuerpo, lentamente, sin prisa, acariciando, besando el cuello, besando la oreja, de la oreja a la boca poco a poco, para fundirnos en un beso increíble. Esa noche hicimos el amor una sola vez, porque yo solo me corri una vez, pero ella 8 o 9 veces. Yo no queria correrme porque luego te quedas amuermado, pero ella queria mas y mas, y donde no llega la minga, llega la lengua. Tenia controlada mi ...
    ... excitación, cuando veia que estaba a punto de correrme, paraba y seguia dándole a ella con la lengua o con la mano, y cuando estaba otra vez listo, volvia al ataque. Aprendi el placer que da que te metan un dedo por el culo, aprendio ella el placer que se siente con un dedo en su culo, aprendimos muchas cosas que nos habian dicho que eran maravillosas, porque tanto ella como yo, después de esa noche, nos revelamos que habiamos recibido en nuestros respectivos institutos educación sexual, pero todo en teoria, nada de practica. Ni que decir tiene que cada vez que mis padres se iban de vacaciones o el fin de semana, nosotros pasábamos nuestra noche de lujuria, de las que disfrutamos en muchas ocasiones, hasta que la relacion finalizo por motivos que no vienen al caso, pero les aseguro que fueron muchas noches las que pasamos juntos. Por supuesto que en el coche, tambien teniamos nuestros encuentros, pero no eran tan relajados, como los de casa. En el coche lo que buscábamos era el morbo de que nos vieran. En el tren, tambien lo hicimos una vez. En el metro, en hora punta. Todo esto, os lo contare en otros relatos. 
«12»