1. La casa en la playa 11 y 12


    Fecha: 09/02/2019, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... lados y no vio nada raro. Lucas se metió entre los arbolitos y regresó con una parrilla envuelta en diarios y una bolsa que contenía fósforos, sal, un repasador, cuchillos, tenedores, una tablita, y todo lo necesario para hacer un asado. Cómo?, preguntó Jony,- todo eso lo tenías guardado acá?, no tenés miedo que te lo roben? Lucas, sonriendo le dijo que casi nadie venía allí, porque estaba lejos de la playa y del pueblo y porque los turistas en verano no se iban a quemar los pies en la arena hirviendo de las dunas. Y que si venía alguien, que se metiera a hurgar entre los matorrales, era casi imposible. Había que meterse al agua y para eso había que ponerse los shorts. Había que sacarse pantaloncito y slip y quedar en bolas. Los tres porteños lo hacían con un poco de vergüenza frente a Lucas que con todo desparpajo, se paseaba en bolas de un lugar a otro buscando su ropa y sus ojotas. Los amigos no podían dejar de mirarlo con disimulo, cosa que pudo advertir Lucas. El lugareño tenía tremenda pija, oscura y gruesísima, su culito, paradito y carnoso, estaba igual de bronceado que su espalda, lo que aseguraba que era su costumbre tomar sol en bolas, por delante y por detrás. Una vez cambiado Lucas juntó leña, prendió fuego y llenó la pava, que también estaba en la bolsa, la llenó con agua de la laguna y la puso al fuego para preparar unos mates. Jony y Mati, amantes del agua, enseguida decidieron irse corriendo a la laguna. Eze se quedó. Acomodó su toallón sobre la arena y ...
    ... antes de proceder le preguntó a Lucas: - tenés problemas si tomo sol en bolas?, me encantó como te queda el culo sin la raya del slip.- Lucas estaba acomodando los leños en cuclillas, lo miró sonriendo y le dijo que no tenía el menor problema. Eze entonces se bajó despacito el short, mientras Lucas lo seguía mirando disimulado, pero pudo ver cómo saltaban de adentro del short los 25 cm del porteñito portentoso. Eze se acostó boca abajo sobre el toallón con la cabeza sobre las manos, Lucas seguía con sus brasas y los preparativos del mate, pero de reojo miraba cuanto podía el bello poto de Ezequiel y pensaba con envidia en la enorme tranca, que había visto apenas unos segundos pero lo dejó fascinado. De fondo se escuchaban las risas y chapoteos de los primos en la lagunita. Por idea de Mati los dos shorts habían quedado en la playa, al borde del agua, tapados con las ojotas para que no se volaran. Luego de un rato, Eze continuó con su plan. -Lucas, me pasás bronceador? El lugareño sonriendo complacido se puso de rodillas a su lado y comenzó suavemente a pasarle bronceador por los hombros, su mano grande y ruda bajaba por las costillas y se arrimaba a la cintura, Eze no podía evitar un suave ronroneo que, él esperaba, no fuera demasiado delator pero lo era, ya que la pija de Lucas comenzó a abultar debajo de su short. Cuando llegó a la zona de los dos huequitos sobre la cintura, Lucas, que ya se imaginaba todo pero quería ser precavido hasta último momento, le preguntó: -Sigo? Eze, ...
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