Y de regalo: una esclava
Fecha: 10/02/2019,
Categorías:
Dominación
Hetero
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... la boca. Asentí con la cabeza y el oficial, riéndose, me llevó de nuevo a su despacho donde había un soldado que me acompañó hasta el coche oficial que me llevó al hotel, después de devolverme mis cosas. Lo primero que hice fue llamar a mi amiga. Al entrar en la habitación fui directo a la cama, caí sobre ella y me quede dormido. Al despertar miré a mí alrededor algo desorientado al principio. Todo estaba recogido y limpio. Me senté en la cama y empecé a dudar de que todo aquello hubiese sucedido. -Tiene que ser alguna alucinación producida por una subida de fiebre. Mañana iré al hospital para que me miren. –Me dije. Al ver que ya anochecía y notar mi estómago cómo rugía de hambre, decidí bajar al restaurante a cenar. Tras una rápida ducha y un cambio de ropa, me dirigí a la puerta y la abrí, encontrándome dos mujeres con burqa y a la que iba delante con la mano levantada, apunto de golpear la puerta. -(No puede ser) Lo siento, ahora iba a cenar, vuelvan otro día. -Tgaigo su gegalo. -Pues déjelo ahí dentro que luego vuelvo. –Y me marché a cenar. Cené con tranquilidad y aún estuve un buen rato tomando unas copas. Todo con la esperanza de que se cansasen de esperar y se fuesen. Cuando volví a la habitación, me las encontré a una sentada en la cama y a la otra en un silloncito que había junto a una mesa. No había cerrado la puerta todavía cuando, a un gesto de la del sillón, la de la cama se quitó el burqa y quedó totalmente desnuda. Era la joven de 18 años que me habían ...
... regalado. Ya no pude negar la realidad y decidí aceptarla. -Está bien, gracias. Ya me hago cargo yo de ella. -Serr Habiba. Estagr apgendiendo. Yo vegr si hace bien. –Dijo, sacando la vara de entre sus ropas. La muchacha se acercó a mí, me fue desnudando y me llevó de la mano hasta la cama, me ayudó a acostarme y le hice sitio a mi lado. Ella se acostó boca arriba y abrió las piernas esperándome. -No, -le dije, señalando mis moraduras- me duele. -Entonces ella se volvió hacia mi polla para hacerme una mamada. Tuve que negarlo otra vez. No tenía fuerzas ya. -No. Descansar. Quiero descansar. –Debió entenderlo, porque se bajó de la cama y se acostó en el suelo. -Sube aquí. –Le dije abriendo la sábana y dando golpes en el colchón. Se subió y acostó a mi lado. La vigilante no se movió de la silla. Tapados ambos, la coloqué de espaldas a mí, la abracé y apagué la luz. Bajo la sábana, tenía una mano bajo su cuerpo, en sus pechos y la otra libre para recorrerlo. Mi polla apoyada en su culo estaba semi-erecta. No tardando mucho, oí un fuerte ronquido y deduje que la vigilante se había dormido. Aparté su pelo para dejar su cuello y oreja libres para besarlo y lamer el lóbulo de su oreja. Puse ambas manos en sus pechos acariciándolos y frotando sus pezones. Mi polla se endureció y metí una pierna entre las suyas para separárselas y dejar que resbalase hasta su coño, ella emitió un suave gemido. -mmmm -Sssssh Le susurré al oído para que callase y no despertar a la vigilante. Aunque todavía me ...