1. LOS VIAJES DE ALEIDITA SOLITA. 2ª. PARTE.


    Fecha: 10/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... ir a dormir dentro de esas covachas improvisadas y en las colchonetas que llevaban. Sería pasada la medianoche, que le correspondió vigilar por una hora y media a ese maestro, que en sus fantasías se masturbaba en honor de Aleidita, entró a la galera de los varones con una lámpara de petróleo y vio que todos los chicos dormían profundamente, salió de ese lugar y rondó los alrededores de esas galeritas, con el fin de cerciorarse si no había alguna culebra o algún animal que fuera a picar o morder a algún estudiante o a los adultos que dormían profundamente, pasó a donde las niñas dormían y vio con la luz de ese quinqué que llevaba, que todas estaban en sus respectivas colchonetas cubiertas hasta la cabeza, las jefas de cada grupo entre ellas Aleidita estaban durmiendo casi en la puerta cubierta con carrizos y hojas gigantes que se dan en esos lugares de humedad, acostadita boca abajo y con una manta cubriendo su erótica figurita, a la que se le marcaba esa colita paradita, sus glúteos alzaditos, cómo si tuviera una almohada bajo su pelvis eran una invitación a admirarla en todo su esplendor, así que se sentó entre el pasillo que dividía cada grupo, puso esa lámpara en la tierra a la que le bajó la intensidad de la luz, a manera de quedar casi, cómo una vela, estiró su mano y la puso en la espalda cubierta de Aleidita, la movió con el fin de que despertara, pero el sueño pesado que tenía, ni sintió ese movimiento, así que lentamente la mano temblorosa por la excitación de ese ...
    ... maestro, fue tomando rumbo despacio al encuentro de esos globos carnudos que los tenía a no más de veinte centímetros de ser tocados, en eso una niña se sentó en su colchoneta y vio al maestro que estaba al lado de Aleidita y le dijo que quería hacer pipí, por lo que le dijo que no hiciera ruido y se pasara con cuidado, con el fin de no molestar a las demás, para llevarla afuera a que hiciera su necesidad, a la cual le puso la lámpara para que iluminará el lugar, la pequeña hizo lo que tenía que hacer, pero había olvidado papel sanitario para limpiarse, y el maestro con el fin de no entrar y hacer ruido, tomó unos pañuelos desechables que llevaba en ese momento y se dio a secar la humedad de la orina de esa niña, quien se dejó muy sanamente sin malinterpretar esa acción, la llevó adentro y la hizo que se acostará y siguiera durmiendo, se salió de ahí y fue a dar otras vueltas de vigilancia. Le faltaba más de media hora, para que su relevo de esa noche lo supliera, así que optó por volver a dónde estaba, antes de que esa niña pidiera ir a hacer su necesidad, se sentó cómo antes, bajó la luz y la misma acción de poner la mano en la espalda de Aleidita, quien no se movía ni siquiera para abrir sus ojitos, la fue bajando lentamente, hasta llegar al quiebre que hace su cintura con la cadera, la detuvo por un momento ahí, y cómo no veía signos de que despertara Aleidita, siguió, ahora su mano tomaba un rumbo distinto, primero descendía de la espalda rumbo a esa colita erotizante y ...
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