Tarde de trío
Fecha: 12/02/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos
Tumbado en el suelo con la mente en blanco, miré el techo sin verlo, con la mirada perdida. Lo único que me cubría, era un brazo sobre el pecho, y ni siquiera era mío. Tenía el miembro húmedo, flácido, reposando sobre el muslo. La mano que me cubría bajó lentamente acercándose a mi verga, que empezó a crecer de nuevo... Crucé la calle con un nudo en el estómago. ¿Qué diantres hacía allí? ¿Que extraña locura me había llevado a aceptar un trío? Bueno, eso lo sabía. Un poco de alcohol y el hecho de haber deseado durante mucho tiempo a Mariona, la novia de mi mejor amigo. Encima eso, de mi mejor amigo. Que si, diréis algunos, que con confianza es mejor. Claro, mejor si sale bien, pero... ¿y si no? ¿Qué pasa si por lo que sea Mariona disfruta más conmigo que con Juan? ¿Y si rompen? ¿Cómo voy a mirar a la cara a mi amigo, que fue quién me propuso de quedar? O puede que no se me suba, con los nervios. Entonces, ¿cómo miro a ninguno de los dos? ¿Y si no se le sube a él? Joder, qué marrón... Demasiadas dudas, demasiadas cosas que podían salir mal. Aún así, llegué al otro lado de la calle. Como un autómata me acerqué al portal y llamé al timbre. Ni siquiera preguntaron quién era, abrieron la puerta directamente. "Vete ahora, huye ahora que estás a tiempo, ya les dirás que no te encontrabas bien, que no llegaste a salir de casa". Pero aún así, subí al ascensor. "No lo pulses!" me dije mientras aplastaba el pulgar contra el botón y se cerraban las puertas. La subida se me hizo eterna. ...
... Tenía sensación de vacío en las entrañas. "Ding!" Se abrieron las puertas, cogí aire y salí al rellano. La puerta de mi izquierda estaba ligeramente abierta, como incitándome a entrar. Me dirigí a ella...tres pasos...dos pasos...pie sobre el felpudo...ya no hay marcha atrás. En el momento en que crucé el marco de la puerta, se me pasaron todos los nervios, los malos pensamientos... que extraño. Será que he entrado en esta casa tantas veces que la siento como propia, me siento seguro allí dentro. Cerré la puerta con un golpe seco, y mientras me dirigía al salón oí la voz de mi amigo, que salía de detrás del sofá. -Hola capullo! Que tal estás? -dijo mientras giraba la cabeza por encima de los cojines y me miraba con aquella sonrisa que solo ponía cuando iba a hacer alguna travesura -robar exámenes, hacer pellas, colarse donde no debía...-. -Jaja, bien, y tu? -le respondí con más aplomo del que creí que tendría. "Hace un momento parecía que me iba a cagar encima, y ahora estoy más fresco que una rosa. Curioso". - Pues aquí, haciendo un fifa mientras Ona termina de arreglarse. - Anda, échate a un lado y pásame el mando, lerdo, que vas perdiendo contra la máquina. Justo cuando empecé a mover el joystick, la voz de la novia de mi amigo sonó a mis espaldas. -Hola Jordi, que tal? -Bien, y.... -Ostias, que se estaba arreglando dice. Mariona estaba detrás de mi, con unas mallas de hacer deporte cortas, de ésas que van ajustadas al culo y no dejan nada a la imaginación. Y en la parte ...