CLASES DE PIANO 4 (AMANECER)
Fecha: 23/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues
... te hubiera gustado hacer bajo la manta? ‐ No me puse calzón para ti—me dijo mientras me sostenía con ambas manos de la cabeza y me daba un besito tierno en los labios-- hubiera sido rico frotarnos en el camino y sentir tu lechita, la manta es gruesa y pesada, eso facilita mover las manos por debajo y que no se note—decía bajando la voz en tono de complicidad-- un día que vengamos le digo a mamá que la saque, veras que rico es viajar así ‐ ¿alguien más ha estado con ustedes bajo la manta? ‐ ¿por qué quieres saber? ‐ Curiosidad ‐ Una vez, un maestro nuevo en la escuela—dijo agachando la vista—pero solo pasó una vez, el cargo a Claudita y mamá estuvo conmigo, fue rico, después intercambiaron correos por unos días después lo cambiaron de escuela, al parecer no tenía un muy buen pasado y lo movieron a una zona más alejada, ya no hemos sabido de él. ‐ ¿Dices que cargo a Claudita? ‐ Si, y se froto, Claudita estaba asustada, pero se dejó llevar y le terminó gustando, después de eso se dejó chupar por su maestro de clases especiales y lo toca ahí para sacarle leche, pero nada más, mamá nos deja decidir con quién hacerlo y cómo hacerlo, parece que no pero siempre nos cuida ‐ Entiendo, pero creo que confió mucho en mi ‐ Investigo tu pasado y lo tienes impecable, al parecer tú no eres mala persona ‐ ¿lo dices mientras te tengo desnuda sobre mí? No creo que todos pensaran igual ‐ Yo hago lo que me gusta, no me obligas y se lo que es, me gustas… mucho, a mi hermana también, pero más a mi ...
... mamá, nunca la había visto tan entusiasmada, eso ya te lo había dicho, muchos han querido hacerse su amigo, pero ella los rechaza, a ti te acepto apenas te vio, ella está muy emocionada contigo, por favor no la vayas a lastimar Sentí algo extraño al escuchar hablar a Esthercita así, tan tranquila tan fresca de las cosas sin dar el correcto valor o importancia al evento, acaricie sus rizos casi rubios, vi a través de sus ojos verdes la sinceridad de sus palabras, me sentí un monstruo a su lado, la culpa me invadió, agache mi cabeza, Esthercita lo notó, me tomo con las manos de la cabeza y me guio a su boca, me beso abriendo su boca, pero lo hiso suavemente, cerro sus ojos y ladeo su cabeza para facilitar el beso, me besaba con amor, con pasión impropia de su edad, su cadera nuevamente se encendió comenzando una danza sobre mi dormida verga, lo hacía lento saboreando el momento y el contacto, mi pito despertó nuevamente, monstruo o no, me estaba excitando de nuevo, mi mente se nublaba perdiéndose en el mar del placer, en verdad estaba ahogándome en medio de esa nubosidad que me dejaba pensar con cordura, ahora estaba como al principio cuando entramos, mi pene duro como piedra pidiendo entrar en ella, y ella colaborando con sus movimientos, se separó de mí y se levantó, me jaló haciendo que me levante ‐ ¿A dónde vamos?—pregunte cuando me levantaba ‐ Quiero ir arriba ‐ ¿A tu recámara? ‐ No, a la de mamá, la cama es más suave y hace menos ruido, y es la recámara más alejada de la ...