1. Helena en el consultorio del ginecólogo


    Fecha: 13/02/2019, Categorías: Lesbianas Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Helena en el consultorio del ginecólogoHelena me pidió que la acompañara en la visita semanal a su ginecólogo.Le dije que una vez a la semana me parecía algo exagerado, pero entonces me confesó que asistía asiduamente porque su médico era un verdadero depravado, que disfrutaba sometiendo a mi amiga a las más pervertidas prácticas sexuales, siempre con la complacencia de ella, que en cuestión de sexo era una completa viciosa.Me dijo que su esposo Jorge también lo sabía y a veces la acompañaba, para presenciar con gran excitación cómo se cogían a su mujercita.También a veces él participaba de alguna manera en las descontroladas experiencias que se sucedían en el interior del consultorio. En ocasiones no podía estar presente debido a sus compromisos laborales, pero sabía perfectamente, que pese a su ausencia, a Helena la cogían muy bien, incluso varios hombres a la vez…Helena me contó que en una ocasión, mientras Jorge estaba de viaje, ella lo llamó desde su teléfono celular, solamente para dejarlo abierto y que él escuchara sus gritos de placer mientras era sometida a los bajos instintos del ginecólogo.Esta vez tanto Jorge como mi adorado Víctor andaban ambos de viaje por el interior y como yo no tenía nada que hacer esa tarde, acepté acompañarla y conocer al médico.La puerta del consultorio se abrió automáticamente cuando Helena tocó el timbre. No necesitaba anunciarse. Era una visitante asidua al consultorio y la hacían ingresar inmediatamente. En la sala de espera no había ...
    ... nadie. Nos sentamos allí a esperar…Yo tomé una revista para leer y de reojo pude ver que Helena abría su tapado, separando un poco las piernas y con mucho disimulo comenzaba a masturbarse.Sus dedos se adentraron en su humedecida vagina, mientras jadeaba suavemente.“Y bueno, amiga, no hay duda de que estoy muy caliente” Susurró al notar que yo la observaba con disimulo. No pude dejar de sonreír ante semejante ocurrencia…A los pocos minutos la puerta del consultorio se abrió, para dejar salir a un hombre muy mayor y a una mujer que parecía ser su esposa, mucho más joven y hermosa.La mujer se despidió de la Doctora que había asomado detrás de ello, agradeciéndole por haberle quitado el dolor de cadera que sufría. Luego ambos salieron de allí.La Doctora nos miró a nosotras y le dijo a Helena que el ginecólogo había tenido un leve percance y por eso ella misma iba a atender a las pacientes en su ausencia.Helena se levantó de la silla y caminó hacia el consultorio, no muy convencida.Yo entré detrás de ellas, sintiendo el perfume dulzón que emanaba la piel de esta hembra. Porque la médica era una verdadera hembra; una morocha salvaje, de una tremenda belleza sensual, tenía el pelo negro azabache lacio recogido en una cola de caballo, aunque dejaba un flequillo sobre la frente, sus ojos negros grandes y una boca pequeña, pero con unos labios gruesos y sensuales, bien maquillada. Alta, estilizada; una figura esplendida que se percibía bajo su delantal blanco, que pese a ser holgado y ...
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