Masturbándose en una playa pública
Fecha: 14/02/2019,
Categorías:
Masturbación
Voyerismo
Autor: arganillo, Fuente: CuentoRelatos
... dentro del sujetador. Nuestro espectador no tardó en darse cuenta de lo que ocurría, y yo decidí alegrarle la fiesta. Mientras manoseaba sus tetas fui apartando la tela que las cubría hasta dejarlos totalmente descubiertos, ya en este momento los pezones estaban totalmente abultados y crecían conforme los iba pellizcando. Patri con el cuello extendido y la cabeza sobre mí, no se percataba de lo que ocurría a pocos metros de nosotros. Una de mis manos descendía por su vientre hasta alojarse dentro de su braguita. Ella separó un poco las piernas invitándome a su sexo, lo acariciaba sin prisas, podía notar su clítoris crecer entre mis dedos y su rajita humedecerse con cada pasada. Con mi otra mano solté los nudos que sujetaban el biquini y fui forzando la postura para girarla hasta enfrentarla al observador, que resultó ser un joven de no más de 20 años, que a estas alturas se había desprendido del bañador y sin el más mínimo reparo se masturbaba. Mientras la acariciaba, ya totalmente desnuda, ella metió una de sus manos en mi bañador y agarró mi polla que ya rezumaba líquido seminal. Mis dedos separaban los labios y se internaban en su vagina, ella se abría más y más, el clítoris húmedo de sus flujos, parecía querer escapar de entre su sexo. Yo lo amasaba, lo apretaba, lo contorneaba ente mis dedos y ella se agitaba. Mientras, su mano apretada en mi polla se desplazaba arriba y abajo al ritmo de su propia excitación. El chico que nos miraba se deslizó por la duna y seguía ...
... masturbándose, ahora a sólo unos pocos metros. - Patri, tienes frente a ti un tipo que se va a correr antes que nosotros. Ella se incorporó y miró por un instante a nuestro invitado, su calentura era tal que no se inmutó, seguía en lo suyo, no le importaba lo de su alrededor. Yo también estaba a punto de correrme, pero quería dilatar la situación, quería saber hasta dónde seríamos capaz de llegar. Patri se agitaba, gemía, la presión de su espalda sobre mi pecho me empujaba hacia atrás. Mis manos recorrían su cuerpo y se afanaba endurecidamente sobre su coño húmedo. Ella tensaba todo su cuerpo, se aflojaba y se volvía a tensar. Mientas sus gimoteos se hacían más intensos, su mirada perdida encontró al joven desconocido que se acercaba sacudiendo frenéticamente su enorme polla, hasta que un chorro de leche saltó al aire de entre sus manos y un gritó escapó de lo más profundo de Patri, un inmenso orgasmo la hizo estremecerse, su mano apretó mi polla mientras yo también me corría. Salí de debajo de su cuerpo, el extraño nos miraba en pie con la polla empalmada entre la manos, ella quedó tendida, con la mirada invité el desconocido. - Ábrete, quiero que te folle. - ¿Como? - Siempre habías fantaseado hacerlo con otro. No la dejé responde, la tomé por los brazos, los extendí por encima de la cabeza y la inmovilice. El desconocido entendió lo que se le ofrecía, se arrodilló delante de Patri y le abrió las piernas, ella se resistía, me miraba. - ¡follatela! - Pero cariño… - No decías que ...